Cabezas de Hierro  (2383 metros)
INTRODUCCIÓN

Las Cabezas de Hierro son las dos cimas de la segunda montaña más alta de la Sierra de Guadarrama. Estas dos cumbres distan entre sí casi 700 metros y tienen ambas un característico perfil redondeado, muy propio de esta sierra. La cima occidental es la Cabeza Menor. La oriental es la Mayor y tiene un vértice geodésico de primer orden. Esta segunda cumbre tiene un tramo llano muy característico que se contrapone al perfil casi esférico de la Cabeza Menor. De manera que estas dos cimas conforman un perfil muy reconocible y visible desde lejos que sobresale del resto de Cuerda Larga. Las Cabezas de Hierro son además la máxima elevación de este largo cordal.

A pesar de ser la segunda montaña del Guadarrama, las diferentes vías de ascensión no presentan dificultades notables salvo en invierno, época en que son necesarios los crampones. Las vías más fáciles y rápidas para alcanzar la cima principal (la Cabeza Mayor) salen de los puertos de Cotos y Navacerrada y del aparcamiento de Valdesquí. Todos estos puntos de partida confluyen en Cuerda Larga y llegan a esta montaña desde el oeste. Hay otras variantes más exigentes por la cara norte y sur debido a que salvan pendientes más fuertes y canchales poderosos. Las vistas desde la cima son muy completas ya que abarcan todo el valle del Lozoya, los Montes Carpetanos, La Pedriza, la sierra de los Porrones y la llanura madrileña.

NUESTRA ASCENSIÓN

En esta ocasión escogimos una vía de ascensión que llevábamos tiempo queriendo hacer por su belleza e interés montañero. Se trata de un corredor limitado por dos peñas situadas en plena cara norte. Es una subida bastante espectacular porque tiene pendientes que oscilan entre el 50% y el 80%. Además, el medio es un canchal con piedras bastante grandes en muchos tramos, lo que le da un carácter muy al entorno. Por ser una subida tan directa y elegante la escogimos y nos ha encantado. No requiere trepadas complicadas ni pasos delicados, por lo que su única dificultad es su fuerte pendiente mantenida durante mucho tiempo y el hecho de subir unos 600 metros de un tirón. Decidimos hacer la bajada por el circo de las Cerradillas por seguridad, porque tiene una pendiente más suave que la de la cara norte y porque el medio es más cómodo. Es una ascensión muy poco concurrida y que sólo he visto referenciada en un lugar de Internet ( http://www.rutasserranas.net/Senderistas/Madrid/Cotos%20cabezas%20de%20hierro%20norte/Index.html ).

DATOS DE INTERÉS

- Punto de partida: Carretera que pasa junto al refugio Pingarrón (1.830 m)
- Longitud: 9.560 m
- Desnivel acumulado: 725 m
- Duración sin paradas: 4 horas y 45 minutos
- Dificultades: El canchal de la cara norte tiene tramos largos con piedras grandes que obligan a usar las manos para mantener el equilibrio. La pendiente ronda el 70% en muchas partes. Subir 600 metros de una vez (sin tramos llanos intermedios).
- Agua: No vimos ni una sola fuente.

CÓMO LLEGAR

Si no tenemos coche hay que llegar al Puerto de Cotos (1.830 m) o bien con el tren que sale de Cercedilla o bien con el autobús de línea que sale de Madrid. Una vez en el puerto, caminar por la carretera que lleva a la estación de esquí de Valdesquí unos 900 m hasta encontrar una pista que sale a la izquierda con un cartel que señaliza el refugio Pingarrón. Si tenemos coche podemos ahorrarnos estos 900 metros porque junto a la barrera que cierra esta pista hay una pequeña zona de tierra junto a la carretera donde podemos dejarlo.

ITINERARIO

Una vez que estemos frente a la barrera (1.830 m) que cierra la pista que conduce al refugio Pingarrón, comenzamos a caminar ella. Bordea una pradera llana, pasa junto al refugio (que está a 500 m del comienzo), y comienza a bajar haciendo zetas hasta llegar a un arroyo que lo cruza con un puentecito de madera. Hemos este arroyo con agua incluso en otoño, por lo que es un lugar excelente para descansar o mojarse los pies a la vuelta porque está rodeado de una pradera con algunas sombras. Nada más cruzar el arroyo, el camino gira a la izquierda y comienza a subir muy suavemente mientras atraviesa un respetable bosque de pino silvestre.

Este camino, desde que comenzamos a andar, es ancho y está en muy buen estado. Después de unos 700 m de cruzar el arroyo, el camino gira a la derecha para adentrarse en el valle de las Cerradillas, y unos 400 m después del giro, llegamos a una bifurcación del camino. Nos decantamos por la de la izquierda y que baja poco a poco. Desde que comenzamos a andar podremos ver las dos Cabezas de Hierro de frente y el macizo de Peñalara a nuestras espaldas, como los dos colosos del Guadarrama compitiendo en presencia.

El camino baja y llanea a ratos hasta que cruza el arroyo de las Cerradillas con un puentecito de madera. Nada más cruzarlo veremos que de la derecha del camino principal sale un sendero poco marcado pero distinguible. Lo tomamos para abandonar el camino ancho, que comienza a bajar. Este nuevo sendero llanea por el bosque y, tras unos 500 m de haberlo cogido, llega a un arroyo que puede estar seco a finales de verano y principios de invierno. Antes de cruzarlo giramos a la derecha por otro sendero poco marcado que sube paralelo a él.

Al poco de subir por él veremos que el pinar se abre justo en el entorno del arroyo. De este modo, entramos en una estrecha lengua del canchal que baja de la cara norte de la Cabeza de Hierro mayor, que tenemos ya de frente y muy cercana. Distinguimos ya perfectamente las dos peñas gemelas que sobresalen a media ladera y que entre medias de ellas subiremos. Se las conoce como los “pulmones” por su forma y por ser gemelas. El senderillo que sube junto al arroyo está jalonado por hitos de piedra y a veces se desdibuja mucho. De todas formas no tiene pérdida porque no tenemos más que subir junto al arroyo.

Ha comenzado la fuerte subida que termina en la propia cima de la Cabeza mayor. Al cabo de los 900 m de estar subiendo por el sendero del canchal, estaremos justo de frente al corredor que queda entre los dos pulmones. En ese momento abandonamos el sendero para girar a la izquierda y dirigirnos directamente hacia el mencionado corredor. Aquí ya no hay sendero ni nada que se le parezca, a si que sólo queda ganar altura entre las dos peñas evitando las piedras más grandes y los pasos más complicados. La pendiente del 70% está justo cuando tendremos los dos pulmones a ambos lados de nosotros. Una vez los superemos, la pendiente se suaviza y veremos ya el cordal somital con una peña en su cúspide que antecede a la cimera.

De este modo, tras atravesar el vasto canchal con sus pendientes notables y evitando trepadas complicadas llegaremos a la segunda cima del Guadarrama dos horas y media después de haber comenzado a andar (incluidas las paradas). Decidimos comer en la cima disfrutando de las amplísimas vistas que nos ofrece la montaña para después comenzar a bajar por el cordal hacia el suroeste, es decir, hacia el colladito que separa las dos cabezas. Una vez en este collado, bajamos hacia el noroeste, por la ladera norte pero dirigiéndonos hacia el circo de Cerradillas, no por el que hemos subido.

Este tramo está jalonado de hitos de piedra que nos conducen a un sendero que baja por el citado circo bajando rápidamente hacia el noroeste. Es una bajada al principio de tierra que precisa usar bastones para no resbalarse. Seguiremos bajando por el circo de Cerradillas siguiendo el curso del arroyo que se nos acercará por la izquierda. En este tramo tendremos de frente el Cerro de Valdemartín y después el macizo de Peñalara. El sendero, que a veces se desdibuja, baja junto al arroyo hasta llegar al pinar y, poco después, cruzarse perpendicularmente con un camino bastante más marcado.

Lo tomaremos hacia la izquierda para ganar altura suavemente y llanear hasta acometer con el camino que bajaba del refugio Pingarrón en el cruce que citábamos al principio de la ruta. No nos queda más que seguir por el camino hasta cruzar el arroyo que vimos a la ida, subir por las zetas que llevan al refugio y continuar unos 500 m más hasta llegar a la carretera donde hemos dejado el coche.