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Senderismo De Vadiello a Nocito por klaus -- 20/06/2016
Jornada: (Una) -- (487 visitas)
Jornada: (Una) -- (487 visitas)
- Zonas: Prepirineo de Jaca — Serrablo — Guara — Riglos,
- Duración sin descansos: 04:30
- Meteorología: Sol
- Dificultad: Muy facil
- Días: 1
- Num. Personas: 1
- Tipo: Senderismo
- Desnivel de subida: 700 metros
- Desnivel de bajada: 700 metros
- Distancia: 12000 metros
- Agua:
- Observaciones:
- Gps: Sin fichero GPS
De Vadiello a Nocito
El Guatizalema es uno de los ríos principales que atraviesan la sierra de Guara de Norte a Sur. En su largo discurrir por la intrincada orografía del parque natural, esculpe tajos y esculturas en roca que eleva por encima de su cauce. En el tramo comprendido entre Nocito y el pantano de Vadiello, abre un pasillo de bosques de carrasca y quejigo, hundido entre las faldas de Gabardiella y las canales enhiestas del Fragineto. Por allí marcha un camino de antaño, de Carboneros, recuperado ahora por las administraciones públicas siempre pendientes de aumentar el bienestar de la ciudadanía. Albricias, con lo mucho que se agradece el equipamiento urbano para adecentar un camino natural de toda la vida. El camino natural de la Hoya de Huesca, así llamado por la autoridad. Un afán loable de promocionar la zona, pero con adornos mas propios de un parque urbano, y agrediendo a veces la belleza del monte con escaleras y alambradas inútiles. A saber dónde quedarán semejantes trastes dentro de cincuenta años; mientras tanto caminaremos entre el bosque y las flores, sin desorientarnos con los artificios de la civilización.
Es una travesía de cinco horas que une dos lugares emblemáticos del parque, Nocito y Vadiello. Semejante duración excluye la posibilidad de hacer la ida y vuelta en el día, serían diez horas y un desnivel exagerado para gente normal, la que no va corriendo por la montaña. En ese caso, sin tener un coche de apoyo, o autobús, o sin la opción de pernoctar en algún alojamiento de Nocito, la lógica aconseja hacer el recorrido hasta la mitad y dejar la otra parte para mejor ocasión. Más tiempo y expectativas de disfrute por los parajes solitarios de Guara. Las dos etapas propuestas convergen en el mismo lugar, al que vamos a denominar con el nombre del Vado del Proyectil. De disponer solamente de un día para hacer la excursión, resulta tal vez más espectacular el recorrido de Vadiello al Vado, descrito en la etapa número 2.
Enlace a la descripción de la Etapa 1, de Nocito al Vado del Proyectil: ETAPA 1 Duración, 6 horas; Desnivel, 700m
Etapa 2: de Vadiello al Vado del Proyectil.
-inicio, Vadiello a 740m de altitud.
-desnivel, 700 metros de subidas y bajadas.
-duración, entre 4:30h y 5 en total.
-Vado del Proyectil a 750 metros.
el motivo por el que esta parte de la travesía resulta mas impactante a la vista, radica en el paisaje contundente de tozales y mallos que se alzan sobre el pantano de Vadiello, y el paso por un balcón extraordinario sobre las canales verticales del Fragineto. El auto lo dejaremos en un aparcamiento habilitado en la carretera de acceso a la presa del embalse, junto a unas casas de la CHE y del arranque de la esforzada senda hacia la cima del Borón. Hay paneles de información sobre el parque de Guara antes de penetrar en el primer túnel, en cuyo interior se camina con seguridad sin hacer uso de linterna o frontal.
Pasado el primer túnel, aparecen unos carteles de advertencia sobre la prohibición del baño en las aguas del pantano, y otros que aconsejan actuar como si el mejillón cebra estuviera presente. Un aviso para navegantes, porque la rampa del embarcadero a las aguas del pantano está allí mismo. Llamará nuestra atención el enorme pepino rocoso, conocido con el nombre de la Mitra, un pináculo esbelto de caliza anaranjada donde la escalada está regulada como indica otro cartel.
Serán tres los túneles que se atraviesan, y después una pasarela moderna de barandilla roja para sortear una lengua acuosa del pantano. Junto al perfil esculpido de la Mitra se elevan los paredones descomunales del mallo de San Jorge y el tozal conocido como el Puro, dentro de esa fortaleza pétrea que son los Mallos de Ligüerri.
La pista finaliza en un ensanche a la orilla del pantano, con mas indicaciones y hasta un par de bancos de madera para descansar de manera óptima. Luego se avanza por una senda entre el boj, en subida, con un tramo escalonado de peldaños de roca, pasando cerca de unas panzas de conglomerados donde practicar la escalada y que llevan el nombre del Elefante.
Tras el primer colladete de la jornada (luego vendrán más), la senda está acondicionada con una serie de alambradas de metal para mayor honra de la administración medioambiental y desdoro de la naturaleza. Son residuos artificiales sin utilidad alguna, basura prematura y adorno chabacano en el camino natural, y es de esperar que esta morralla acabe triturada en el estómago insaciable de las cabras que merodean por la zona. Pero no ha de cundir el desánimo por semejante menudencia, ni sería adecuado desviar la atención a las mejoras superfluas y temporales del camino. El paisaje de farallones y acantilados contiene toneladas de belleza para enterrar un par de minúsculas alambradas.
La senda contornea la orilla del pantano, y antes de cruzar la estrecha garganta del Diablo, pasa por un saliente rocoso o entradilla a las aguas del embalse que anima a darse un chapuzón, porque recordemos el baño está prohibido. Una pasarela de madera, ahora sí de utilidad, facilita la tarea de cruzar el barranco del Diablo, de cauce seco por lo general.
Al otro lado del barranco, unos peldaños de madera nos elevan en una media ladera entre las pedreras que caen de los tozales anaranjados. Hay buena vista a los recovecos del pantano y hacia los Mallos de Ligüerri.
Viene una cuesta a base de lazadas, con nuevas alambradas inútiles, para ascender a un portillo estrecho que deja a la derecha una aguja puntiaguda de roca. Al otro lado del embalse destaca la figura cilíndrica del huevo de San Cosme, otro tozal característico del relieve esculpido de Guara.
Después de cruzar el angosto portillo, un tramo breve de descenso nos deja junto a una gran encina y otra alambrada metálica. Justo allí, sale un camino en bajada hacia la orilla del embalse, de suelo pedregoso y algo vestido de vegetación en su parte inferior. En menos de cinco minutos nos deja junto a las aguas remansadas del río Guatizalema, con otra posibilidad de chapuzón si el calor aprieta. Esta antigua vereda servía también de alternativa para ir hacia Nocito, llegando al vado del Proyectil sin necesidad de salvar los acusados desniveles que nos esperan a continuación. Ahora ese viejo camino se encuentra muy perdido a causa de la maleza y la densa vegetación, pero la bajada a la orilla del río merece la pena por las vistas.
De nuevo en el camino principal, comienza una subida prolongada hacia el siguiente collado del recorrido. El boj y las carrascas ofrecen un poco de sombra, mientras la ganancia de altura abre el paisaje al tajo anchuroso del Guatizalema y a los pináculos esbeltos de las estribaciones del Fragineto.
La diagonal en ascenso atraviesa varias pedreras inclinadas que bajan de las paredes del pico Borón a las aguas del río. La senda está bien marcada, con balizas de madera y antiguas marcas de pintura. Hay partes mas inclinadas en subida para alcanzar un collado, junto a un peñasco de cima asequible y gran caída a la garganta.
Antes de entrar en el siguiente tramo del camino, en balcón sobre las Gargantas del Guatizalema, con una alambrada de protección, es posible subir al tozal situado a nuestra derecha, entre el denso matorral, y asomarse con cuidadín al precipicio teniendo delante las canales del Fragineto y un paisaje fastuoso de relieve agreste. Muy recomendable.
Una vista aérea y espectacular de los escarpes verticales que caen hacia las profundidades de la garganta. Una breve fajeta o camino en cornisa nos lleva hasta un mirador con panel de información del entorno. Instante para recrear la mirada y el espíritu, antes de afrontar el tramo más esforzado de la ruta.
Delante espera una bajada fuerte e inclinada donde se pierden del tirón doscientos metros de altitud. La piedra suelta del terreno requiere de prudencia y atención en el descenso, siendo un buen agarre las matas de boj que bordean el sendero.
El camino se acerca al curso del río Guatizalema, en uno de sus meandros y teniendo en frente las formaciones rocosas de la Espada y el Proyectil. En la otra orilla se alzan las agujas, torreones, y las distintas canales que se desprenden de la cresta de la Ronera, en el pico de Fragineto.
El camino pasa bajo las paredes de la Espada y el Proyectil, con una oquedad vertical y otras zonas a modo de refugio pastoril para los rebaños de cabras que viven en la zona.
Rodeados de un entorno tan espectacular, se alcanza la zona de vadeo del río Guatizalema, con una pasarela de piedras para facilitar el cruce a la otra orilla. La propuesta de recorrido termina aquí, y se trata de buscar un recodo a la orilla de las aguas para descansar y tomar un bocado.
Si hemos planificado la intendencia de un coche de apoyo o vamos con intención de pasar la noche en Nocito, a fin de hacer la travesía completa, tras el cruce del Guatizalema vendría un repecho de fuerte pendiente en ascenso. Si hemos de regresar a Vadiello por el camino traído, conviene un remojón en las aguas del río y tomarse con calma la peazo de cuesta que nos elevará de nuevo al mirador.