Canigó 2.785 mts
Dónde estamos.
Pirineo Oriental, vertiente francesa, región del Conflent en el departamento de Pyrenees Orientales. El Macizo del Canigó se encuentra cerca de la ciudad de Perpignan, presidiendo altivamente la llanura del Rosellón. A sus pies transcurre en dirección oeste-este el valle de la Têt.
Cómo llegar.
Desde Perpignan, tomar la carretera que asciende el valle de la Têt hacia Andorra (N116). Pasamos Prades, y justo antes de llegar a Villefranche de Conflent encontramos una rotonda donde tomamos dirección Vernet les Bains. En Vernet continuamos hacia Casteil y desde aquí hacia el col de Jou por una carretera estrecha pero en buen estado. En el col de Jou encontramos una pista forestal que nos conduce en unos 5 kilómetros hasta las cercanías del refugio de Marialles, donde empezaremos la excursión.
Refugios y acampada.
Refugio de Marialles.1700 mts, 55 plazas, servicios habituales de restauración y duchas. Abierto del 29 de mayo al 3 de octubre; cerrado en invierno. Teléfonos : refugio 04 68 05 57 99; guardesa 04.68.96.22.90 o 04.68.04.49.86.
Miscelánea.
Muchas cosas se pueden contar del Canigó, montaña simbólica para los Catalanes. Se trata del primer macizo pirenáico importante desde el Mediterráneo. Su aspecto es imponente pues su mole se eleva casi de manera directa sobre la llanura del Rosellón; tal es así que durante tiempo, estuvo considerada la montaña más alta del Pirineo.
Cartografía.Pyrenees carte nº 10. Canigou (Randoeditions 1:50.000 del IGN).
Otros consejos.Podemos abastecernos de agua en la fuente que hay al lado del Refugio Aragó. A partir de aquí es más difícil de encontrar.
Ruta escogida.Ruta sur, remontando el valle del Cadi y atacando el Canigó por la famosa Ximeneia (Chimenea). Se trata de una ruta larga y dura, mucho menos frecuentada que la normal al pico desde Cortalets (en acumulado, se salvan 550 mts más). Esta ruta tiene algo de misterioso, recorriendo un largo valle (Cadi) y pasando por diferentes paisajes en la mayor de las soledades, sin tener nunca a la vista la cumbre del Canigó salvo al final.
Horario.: De 4 a 4 h 30 mins hasta la cumbre.
Desnivel.: 1.085 mts desde el Refugio de Marialles, 1185 mts en acumulado (descenso al Torrente de la Llipodera y en el cruce del Cadí).
Dificultad.: Además de tratarse de una ruta larga, en los últimos metros es necesario subir por la canal sur del Canigó, conocida también como la Ximenea. En ausencia de nieve y/o hielo se trata de una trepada de II. Con nieve, es necesario llevar equipación (crampones y piolet); ojo con el descenso.
Material . En invierno, crampones y piolet serán imperativos en la parte final del recorrido, así como raquetas para la larga aproximación por el valle.

Descripción.
Desde el Refugio de Marialles tomamos un bien marcado camino que en dirección claramente sur se dirige en suave descenso hacia el torrente de la Llipodera, se trata del GR10, por lo que las marcas rojas y blancas menudearán ayudándonos a seguir el itinerario. Tardamos unos 10 mins en llegar al torrente que atravesamos para dirigirnos primero hacia el norte y después ir girando poco a poco hacia el este. Estamos bordeando el pico de la Solana_de_l'Os, progresando por un hermoso bosque de abetos donde menudean los abedules, ganando de forma paulatina altura hasta que alcanzamos el Col Vert (30 mins), que más que un collado es una escotadura en uno de los contrafuertes del mencionado pico y que nos da acceso al valle del Cadí.
Estamos a 1870 metros y el camino se adentra en el valle del Cadí sin tomar demasiada altura. Da la sensación de que el camino está buscando encontrarse con el río como así ocurre después de aproximadamente 1 hora. Descendemos suavemente hasta encontrar el Cadí y pasamos a la orilla opuesta comenzando a tomar altura en dirección casi contraria (oeste) y haciendo alguna lazada hasta que llegamos a una bifurcación. Hacia la izquierda, el GR10 se aleja rodeando a flanco las estribaciones del Canigó hasta llevarnos por el collado de Segalés al refugio de Bonaigua, fuente de la Perdiz y Ref de les Cortalets, ya en la vertiente norte. Hacia la derecha el camino toma altura dirigiéndose hacia el este, comenzando poco a poco a salir de la zona dominada por los pinos. A partir de aquí, es la vegetación de altura la que va a presidir el paisaje. Llegamos al Refugio Aragó, el cual encontramos curiosamente cerrado (1h45 mins desde el principio). Un caño invita aquí a rellenar las cantimploras y a tomar un respiro, observamos a nuestra izquierda el Pic Gasamir, a la derecha, al otro lado del valle, el Pic de Roja.
El camino ya ha abandonado el bosque y nos elevamos por esta zona empradizada, dirigiéndonos hacia el Noreste hasta llegar a las faldas del Puig Sec. Estamos a 2150 metros en el Pla del Cadí (2h15 mins); fácil será encontrar rebecos entre los riscos que huirán ante nuestra presencia; incluso en horas tempranas, he conseguido divisar marmotas en este salvaje e inhóspito lugar. Desde aquí vemos ya la parte final de nuestra ascensión, culminada por la Pica. Nos estamos adentrando en un universo mineral y vemos cómo el camino hace algunas revueltas para ganar altura acercándose a la Portella de Valmanya. Vemos que ya hemos dejado abajo el Pla del Cadí y el río desciende haciendo una suave curva hacia la derecha. Al fondo podemos ver la pista que desde el Refugio de Marialles parte en dirección sur hacia el Pla Guillem. La subida ya se hace costosa, la pendiente es fuerte y las fuerzas comienzan a flaquear. Llegamos a la altura de la Portella de Valmanya en 3h, continuando nuestra ascensión hasta la Brecha Durier que alcanzamos en 3h15mins y la base del corredor sur, adonde llegamos en 3h30mins.
Aquí es donde comienza la parte más complicada de la ascensión. Entramos en el corredor y vemos a nuestra izquierda la famosa Ximeneia, que es una espectacular aguja de granito de una veintena de metros, estilizada y de dudoso equilibro aparente. Seguimos la estela de marcas rojas en la roca que nos confirman que progresamos por el lugar adecuado. El corredor poco a poco se va empinando hasta que en los diez últimos metros, estamos obligado a usar las manos para trepar. No más de II grado, pero suficiente para darle emoción final a la ascensión.
Llegamos así a la cumbre del Canigó donde nos esperan una tabla de orientación, la famosa cruz... y una de las vistas más espectaculares que se pueden tener en una montaña:
Al Norte y enfrente de nosotros el Macizo_del_Madres(RMM) , solitario y salvaje, a sus pies Vernet y Prades parecen terriblemente lejanos, hundidos en el valle del Têt y ajenos a nuestra presencia. Hacia el Oeste, el valle del Têt asciende y vemos al fondo las cumbres del Capcir, con el imponente Macizo_del_Carlit(RMM). Más a la izquierda, el grupo del Puigmal Ascensión_Puigmal_(RMM) y la Hoya de Nuria. Hacia el Sur, más cercano a nosotros, el Puig Sec, girando hacia el este, el Barbe;al noreste, toda la llanura del Rosellón a nuestros pies y detrás...si, exactamente: Mare Nostrum; azul, inmenso, espectacular y emocionante. Es el mar lo que divisamos desde este coloso. Desde luego, si después de ver esto, no se comprende por qué seguimos subiendo montañas, no vale la pena dar más explicaciones.
El regreso, desandando el camino de ida, salvo que queramos bajar por la vertiente norte hacia Cortalets, en cuyo caso necesitaremos un coche de apoyo.

CRÓNICA.
La primera vez que realicé esta ruta fue en 2002, con Xavier, partiendo del Col de Jou y realizando de noche la mayor parte del camino (hasta las inmediaciones del Refugio Aragó). El regreso lo hicimos por la vertiente norte, descendiendo por el GR10 desde la fuente de la Perdiz, refugio de la Bonaigua y desde ahí hasta Vernet les Bains. Es una bajada prolongada y larga, que parece nunca acabar.
La segunda vez en diciembre de 2006 con Carlos. Una ascensión invernal con la peculiaridad de que no encontramos absolutamente nada de nieve. Al llega a la cumbre, aparte de las impresionantes vistas nos esperaba un viento del norte que no era excesivamente frío pero si intenso (la famosa tramontana), lo que nos obligó a abrigarnos adecuadamente al entrar en la chimenea.
Esta vez el descenso lo hicimos desandando lo andado. Con atención el descenso de la Ximeneia se hace sin demasiada complicación.