Castillo Mayor  (2020 metros)
CASTILLO MAYOR. VALLE DE PUÉRTOLAS.

El valle de Puértolas se encuentra situado en el corazón del Sobrarbe, justo entre el Cañón de Añisclo y el Valle del Cinca. Una de sus cimas más populares y vistosas es el Castillo Mayor (2014 metros), montaña con forma de torreón, que solamente posee un flanco débil por el Sur que nos permite su ascensión sin tirar de escalada.

El Castillo Mayor, es una de esas montañas "mirador" por encontrarse unos kilómetros desplazada al Sur del eje axial del Pirineo. En este caso, la montaña ofrece unas vistas impresionantes de Tres Sorores y de la Sierra de las Tucas, así como de las Gargantas de Escuaín, que se encuentran bajo su cara Norte.

Ascensión fácil, corta y asequible, perfecta para hacer un día de invierno.

DATOS TÉCNICOS

Punto de partida: Cruce de la carretera a Bestué con la carretera a Escuaín, junto a Puértolas (Huesca).

Cartografía: Ordesa y Monte Perdido. Editorial Alpina. Escala: 1:40.000

Distancia recorrida: 10 kilómetros aprox.

Desnivel positivo acumulado: 900 metros aprox.

Tiempo total contando pequeñas paradas: 6 horas.

ACCESO

Desde Zaragoza, tomamos la consabida ruta hacia Barbastro. Desde aquí, tomamos la carretera A-138 hasta Aínsa. Continuar unos 10 kilómetros, hasta llegar a una rotonda en Escalona, allí tomamos dirección Fanlo y Cañón de Añisclo.

Tras recorrer 300 metros, a la derecha veremos un desvío a las localidades de Belsierre y Puértolas. Lo tomamos. Tras recorrer 7 kilómetros llegaremos a Puértolas. Pasamos de largo. Unos 500 metros más adelante, veremos el desvío a Escuaín. Allí hay una planicie donde podemos dejar el coche, hay bastante espacio.

DETALLES DEL ITINERARIO

Nota: los lugares clave por donde discurre la ruta aparecen resaltados en negrita. Junto a ellos, el tiempo de marcha y la altura del lugar.

Llegamos al cruce de carreteras (0 horas; 1150 metros) a las 9 de la mañana, la temperatura es de 0ºC, ni frío ni calor, y los cielos despejados.

Para tomar el sendero de inicio, nos metemos por la carretera de Bestué, y tras andar unos 100 metros veremos que a mano derecha sale un camino bien hollado. Justo en el inicio hay un cartel que ha puesto algún ganadero que advierte de la necesidad de cerrar una valla, valla que ya no existe por cierto.

El sendero va dejando a los lados los campos de cultivo y pasa bajo un pequeño promontorio que en los mapas se conoce como Custodia (1292 metros).

El sendero va girando a la izquierda, para encaramarse a la cara Sur del Castillo Mayor. Pasaremos por una zona de vegetación muy exhuberante, donde el camino traza un túnel entre los arbustos. Poco a poco iremos saliendo del matorral y veremos que ya estamos bajo las paredes del Castillo.

Cuando parece que vamos a estar obligados a trepar por la pared, el sendero va trazando quiebros, aprovechando pequeñas fajas, para salvar el murallón y terminar entrando en las laderas del "Castillo". En ningún momento el sendero es aéreo o expuesto.

Ya en las laderas, subiremos hasta dar con un pequeño prado, conocido como prado del Cura (1 hora y 20 minutos; 1600 metros), perfecto para parar a picar algo.

Tras la parada de rigor, seguimos tirando para arriba por una ladera que alterna roca y boj. Tras superar unos 200 metros de desnivel, salimos a los espectaculares Llanos del Castillo (2 horas; 1800 metros). Es un pequeño valle colgado, bajo el inmenso lapiaz que baja de la cima del Castillo, muy curioso.

Ahora tenemos tres opciones para alcanzar la cima del Castillo:

- La más evidente, tomar el marcado sendero que se dirige al lapiaz y subir por la pedrera. Muy dura. Probablemente sea la mejor opción para bajar.

- Otra evidente. Girar a la derecha 90º, recorrer el vallecillo colgado y subir por el lomo de la montaña. Larga, y muy incómoda, pues la parte final no posee sendero y hay que ir saltando de bloque en bloque del lapiaz. Es la que hicimos para subir y desaconsejamos.

- Una no tan evidente. Unos 200 metros a la derecha del camino que sube por el lapiaz, hay un inmenso hito que marca una tercera vía de ascensión, sin duda la más cómoda. Es un sendero que va entre roca y matorral y que sube haciendo zetas. Está muy bien marcado por hitos y es cómodo. La usamos para bajar y lo recomendamos para subir.

Con todo esto, nos fuimos por la segunda opción. Tras recorrer el vallecillo colgado, llegamos a uno de los extremos del Castillo. Impresionantes vistas y sensación de vacío al asomarnos. Pueblos como Estaronillo o Miraval, aparecen 1000 metros por debajo nuestro.

Seguimos por el lomo de la montaña, sorteando el karst, que aquí es más pronunciado, con grandes bloques que nos obligan a echar la mano en muchos casos, entretenido. Poco a poco salimos al cordal cimero, y vemos la cima cerca.

Hacemos cima (3 horas y 15 minutos; 2014 metros). Arriba, un mojón de piedras y el clásico vértice del IGN. Las vistas son muy buenas hacia Monte Perdido y compañía y aprovechamos para echar fotos. Además, tenemos la suerte de ver una manada de unos 15 sarrios correteando por las llanuras del vallecillo colgado. No esperaba ver sarrios en este monte.

Tras media hora en la cima, comenzamos el descenso. Para ello seguimos unos hitos que salen desde la misma cima. Este sendero va trazando una diagonal hacia la derecha. Cuando llega a la zona de roca, comienza a descender en zig-zag. Todo está muy bien marcado por hitos, no hay pérdida. El sendero nos deposita en el vallecillo colgado muy rápidamente. Desde aquí al prado del cura, donde paramos a comer y a echar la siesta al solete.

Para bajar, esta vez lo haremos por un sendero que conecta con la pista de la Montaña de Sensa y que sale del mismo sendero por donde hemos ascendido, a mano derecha. Bajamos de forma muy directa hasta la pista de Sensa (5 horas y 30 minutos; 1300 metros).

Una vez en la pista, andaremos cuesta abajo hasta conectar con la carretera. Ya solamente quedará recorrer un kilómetro escaso hasta llegar al cruce de carreteras (6 horas; 1150 metros), lugar donde hemos dejado el coche.

La ascensión ha sido sencilla y agradable. Evitar hacerla en verano o incluso en días calurosos de primavera u otoño, este monte es una sartén. Nosotros la hicimos de manga corta y salimos morenos, en pleno enero.