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Suscribirse al canal contenidos Ascensión a el Cilindro (3328 m) por julian -- 11/08/2009
Vía: (Normal por el barranco de Góriz y el Lago Helado) --
(8219 visitas)
  • Hora de salida: 9
  • Hora de llegada: 17
  • Meteorología: Nublado
  • Dificultad: Dificultad media
  • Días: 1
  • Tipo: Ascensión
  • Gps: Sin fichero GPS
  • Sin panorámicas
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Cilindro  (3328 metros)
.
Segunda parte de un recorrido circular partiendo de Góriz, con ascensión a Monte Perdido por la vía de Las Escaleras y descenso hasta el Lago Helado (descripción en ?Monte Perdido?). Desde aquí tomamos la vía normal del Cilindro antes de regresar al refugio por la ruta habitual del barranco de Góriz.

El Cilindro de Marboré debe su nombre a su forma de columna retorcida e inexpugnable ?babilónica dijo alguien- visto desde el Balcón de Pineta, sobre el que cae cortado a pico varios centenares de metros. Su única vía de ascensión normal tiene lugar por el sur, y es común desde Góriz con la de Monte Perdido hasta llegar al Lago Helado. De aquí parte un canalón pedregoso, simétrico y similar al NO del Perdido, aunque más corto, que termina en una horcada cerrada a la izquierda por una prominencia menor: el Pitón SO del Cilindro, también conocido como Peña Roya.

Desde el Lago Helado, hay que empezar a remontar el empinado corredor por donde mejor se pueda en la pedriza, pero a partir de su tramo medio es conveniente irse saliendo hacia el margen izquierdo para trepar sobre piso más firme por el espolón rocoso, hasta alcanzar la brecha. Por la vertiente opuesta llega también a ella un corredor al parecer todavía más inclinado e inestable, y no tan directo, que parte de las altas fajas de las estribaciones de Marboré. Estas fajas proceden prácticamente sin interrupción del mismo Paso de los Sarrios cerca de la Brecha de Rolando, camino habitual de aproximación al Cilindro desde Sarradets, que se mantiene sin perder altura en torno a .la cota 2900.

Llegando por uno u otro lado al hombro o brecha SO del Cilindro, aparece ante nosotros el obstáculo principal de su ascensión, el famoso muro vertical con dos chimeneas que suelen denominarse, considerando siempre un sentido ascendente, Derecha e Izquierda. El dilema que nos plantean sobre cuál de las dos elegir para superar el paredón no tiene una solución obvia sobre el terreno, y las guías tampoco son concluyentes al respecto, o simplemente no prestan mucha atención al tema. En nuestro caso subimos trepando por la Derecha (poniendo una cuerda los primeros para asegurar al resto) y la descendimos rapelando. Uno de nosotros probó también con el destrepe de la Izquierda, sin que contase luego dificultades destacables.

Resulta llamativo que el propio Henry Russell, entre cuya impresionante colección de primeras se incluye el Cilindro, ni siquiera mencionase las chimeneas en su descripción original, y eso que era muy dado a comentar los peligros y dificultades que se asocian a la belleza de las montañas. Este hecho, unido al relato de algunos excursionistas contemporáneos más modestos -que por lo visto subían y bajaban tranquilamente sin cuerda al Cilindro hace veinte o veinticinco años-, hace pensar que la dificultad de las chimeneas ha podido aumentar algo con el paso del tiempo.

Lo cierto es que la Derecha ocupa una posición más central, es más recta y un poco más corta, por lo que parece una opción más natural para subir. Pero tal vez debido a ello, tiene una roca muy pulida por el uso que hace que su dificultad se acerque al III grado más que al II, sobre todo en su parte inferior, invitando a utilizar la Izquierda. Esto es especialmente cierto durante la bajada: si hemos tenido la osadía de subir sin cuerda (lo que no es en general muy recomendable), la mayor estrechez y aspereza de la Izquierda la hacen preferible para un destrepe más protegido y menos expuesto.

Pero lo ideal para bajar es rapelar la Derecha, que se encuentra equipada para ello. La distancia desde el anclaje hasta el suelo de la brecha es de alrededor de 25 metros, por lo que una cuerda de 40 metros NO llega para hacerlo en doble de una sola tirada, como pudimos comprobar. Por suerte, los dos tercios superiores de la chimenea son poco verticales y nos permiten una detención segura mientras se cambiaba arriba la cuerda para seguir en simple. Hemos leído también que esa parte central dispone de un anclaje intermedio, aunque no lo podemos confirmar.

Una vez superado el punto clave, nos separa todavía de la cumbre el colosal lomo del Cilindro, muy amplio y pedregoso, que esconde para el postre una última dificultad en forma de corto escarpe con escasez de presas. Se trata de una roca compacta de unos 4 metros de altura que recuerda un poco a la del Paso del Gato de la Munia, aunque en este caso no hay fisuras sino pequeñas rugosidades para pies y manos que quedan un poco alejadas entre sí. No vimos necesaria la cuerda para su descenso, aunque si vamos a llevarla de todas formas para la chimenea, puede venir bien en caso de que algún miembro del grupo se sienta más seguro con ella.

Ahora ya sí que llegamos a la cima casi sin querer. Las nubes que habían ido apareciendo y desapareciendo durante todo el día nos permiten comprobar aquello de que las vistas son mejores que las del Perdido. Puede que sea cierto: el circo de Gavarnie está más cerca y el Balcón de Pineta más centrado. Se llega a ver el fondo del valle con el Parador de Monte Perdido, cosa que no ocurre desde el gran vecino, al impedirlo las plataformas de su vertiente este. Vemos también parte del glaciar y, por supuesto, la clásica estampa del propio Monte Perdido visto desde el Cilindro.

Tras el rápido descenso hasta el hombro y el todavía más rápido hasta el Lago Helado, recuperamos las mochilas abandonadas y nos disponemos a disfrutar de un tranquilo regreso, en pos de los últimos grupos que bajan del Perdido por la vía normal, que esta mañana evitamos al subir por Las Escaleras. Vemos a un grupo pasándolo regular por querer abandonar demasiado pronto el corredor de Monte Perdido sin bajar antes a la cubeta del Lago Helado, donde la salida es más suave. Poco más abajo, nos alegra encontrar una flamante cadena en uno de los puntos peligrosos de la ruta, una pequeña cornisa habitualmente mojada, unos metros por encima de la rimaya de un grueso nevero.

Después viene la gran terraza blanca donde hay que ir un poco de lado a lado hasta encontrar un punto débil que nos convenza para bajar (por hitos no hay problema, los hay por todas partes). Bajo ella, un torrente rodeado por losas planas invita a un pequeño descanso justo antes de la Ciudad de Piedra, por donde callejeamos un rato saliéndonos aposta de la senda. Tras recuperar la dirección correcta, una larga diagonal nos deja ver ya el punto donde nos desviamos esta mañana hacia la cresta meridional de Monte Perdido, o vía de Las Escaleras.

Seguimos en la misma diagonal, que apunta con insistencia hacia Ordesa y se resiste a girar hacia Góriz, hasta que por fin lo hace en las últimas terrazas herbosas que nos separan del refugio -hoy más bien se diría que campamento- Delgado Úbeda, de la Federación Aragonesa de Montañismo.

La cosa no termina aquí, ya que en realidad nos encontramos de travesía por el bello término municipal de Fanlo. Mañana seguiremos en dirección al collado de Arrablo con el Pico de Añisclo como principal objetivo, pero mientras se calienta el Sopistant pienso que la jornada de hoy ha merecido totalmente la pena. La próxima vez que esté por el Parador de Pineta y alguien me discuta que el gran pico que asoma por encima del Balcón es Monte Perdido, me jugaré unas Alhambras?

(Sigue en ?Soum de Ramond?)

ADVERTENCIA: Esta reseña está basada en las impresiones subjetivas -mezcladas con lecturas y opiniones ajenas- de uno de los integrantes de un grupo con un nivel físico medio aceptable, suficientemente equipado y con bastante experiencia pirenaica en conjunto, en un día de pleno verano con meteorología favorable en el que todo salió bien. En otras condiciones, las cosas pueden ser muy diferentes, por lo que deben juzgarse por cada cual y actuar en consecuencia. La seguridad en la montaña es una responsabilidad personal del que se expone a ella.

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