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Suscribirse al canal contenidos Ascensión a el Curavacas (2520 m) por balaitus -- 16/07/2010
Vía: (Vía normal: Vidrieros - Callejo Grande (Cara Sur)) --
(6137 visitas)
  • Hora de salida: 8
  • Hora de llegada: 12
  • Meteorología: Mixto
  • Dificultad: Facil
  • Días: 1
  • Tipo: Ascensión
  • Gps: Descargar
  • Sin panorámicas
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Curavacas  (2520 metros)
Croquis. Cartografía IGN
Croquis. Cartografía IGN
Laura Gil Fernández
Carlos Sabando Grasa


Tras nuestra ascensión al Espigüete dos días antes, cerraremos esta nuestra primera estancia en la montaña palentina con el otro clásico de la misma, el Curavacas. Esta enorme y oscura montaña de conglomerado se divisa desde muy lejos, dada su prominencia y parece de lejos inaccesible, algo para nada cierto. Esta vez no disponemos de una vía de arista asequible, así que tocará ascender por la vía normal del Callejo Grande.





Ante la amenaza de posibles lluvias por la tarde madrugamos bastante y desayunamos en nuestro estupendo alojamiento de estos días, el Centro de Turismo Rural Piedra Abierta en de San Martín de Perapertú.

Sobre las siete nos montamos en el coche de nuevo en dirección a Cervera de Pisuerga y la ruta de los Embalses, pero esta vez un poco más cerca, pues en Triollo nos desviamos hacia Vidrieros. Aquí aparcamos en la misma plaza del pueblo y echamos a andar por la pista a las ocho y cuarto sin ver una sola nube de momento.

La pista no gana a penas altura hasta que tras cruzar un puente tomamos el desvío a la derecha que discurrirá largo trecho en paralelo al arroyo Cabriles, ahora sí en franco ascenso.

Tras cruzar dos vallas para el ganado nos adentramos en el bosque y por él caminaremos un buen trecho. Por fin tras una zona de bloques saldremos del mismo y cruzaremos el arroyo para acceder a unas campas cuando son poco más de las nueve.

En este punto paramos a untarnos de protector solar y nos alcanza un montañero al que acompaña una perra de Vidrieros. Se dirige al Corredor Oblícuo en busca de material de dos chicos que fallecieron allí este invierno. Nos despedimos de él hasta más tarde y continuamos por el camino que poco a poco se va aproximando a la enorme pedrera bajo el Callejo Grande.

Una vez en la pedrera intentamos apurar los tramos por terreno más firme que se intercalan. Tras una primera sección sabemos que debemos salir de la misma por la derecha para buscar el camino que evita el terreno descompuesto. Así es, en esta margen, dando un buen rodeo, discurre un camino estupendo hollado en el terreno herboso que nos permitirá ganar altura sin los involuntarios retrocesos de la pedrera.

Justo antes de entrar en el embudo del Callejo Grande hacemos una parada para comer algo cuando son las diez y media. A partir de aquí empezaran a surgir las nubes de evolución que acabarán por arruinarnos las vistas desde la cima.

El camino se adentra en el Callejo siempre por la derecha y bien marcado va ganado altura decididamente entre pedreras y zonas herbosas. La pendiente se incrementa progresivamente y en la sección superior del Callejo empezamos apoyar esporádicamente las manos, hasta hacerlo de continuo en los últimos metros antes de alcanzar una brecha en la arista Oeste del Curavacas cuando todavía no son las doce.

En la brecha la ruta bien señalizada desciende unos metros antes de alcanzar el paso que da acceso a la vertiente Norte. A partir de aquí se traza un buen camino por esta cara de la montaña que nos conducirá en diez minutos a la cumbre del Curavacas.

Aquí encontramos al montañero que ha ascendido por el Corredor Oblícuo y la perra que le acompaña, que también ha podido con esa vía. Nos enseña el crampón que ha encontrado, a buen seguro de los infortunados de este invierno.

Son casi las doce y cuarto y el cielo se ha cubierto del todo rápidamente. Las nubes ascienden a toda velocidad por la cara sur del Curavacas pero la temperatura es agradable, así que comemos sentados en el vértice geodésico esperando un claro para poder hacer alguna foto decente, pero no se da el caso. Mientras tanto llegan otros dos montañeros detrás de nosotros, uno de los cuales va a intentar la integral de Fuentes Carrionas.

Tras el refrigerio emprendemos la bajada antes de que el tiempo se complique más y nos pille en mal sitio. Desandamos el camino hasta la brecha de acceso a la vertiente sur, donde encontramos a otros dos montañeros que ascienden y a la perra que estaba en la cima, que decide acompañarnos en el descenso.

La bajada es muy llevadera, primero usando algo las manos y enseguida ya sacamos los bastones y bajamos todo el Callejo por el Camino de Subida. Una vez salimos de él parece que la mayor amenaza de las nubes queda atrás, agarrada a la cima del Curavacas.

En este punto nos metemos en el mismo centro de la pedrera para aprovechar el deslizamiento por la misma en el descenso. Nada que ver con la pedrera del Espigüete, ésta es del todo agradecida, cantos redondeados y buen espesor de piedra nos ayudan a bajar rápidamente el desnivel que costó lo suyo subir por la mañana.

Apuramos la pedrera en lo posible, siempre con nuestra compañía canina y llegamos a los prados previos al bosque. A partir de aquí el camino conocido del ascenso junto al arroyo. Pasadas las tres de la tarde llegamos a la pista que en breves minutos nos deja en Vidrieros.

Aquí nos cambiamos de ropa y tras estirar un poco nos rehidratamos en el bar, donde charlamos largo y tendido con los presentes, mucho de monte y mucho también de la amenaza del proyecto de estación de esquí alpino en San Glorio. En contra de lo esperado encontramos montañeses contrarios al proyecto, lo cual francamente me reconforta.


Track en Wikiloc


Álbum de fotos en Picasa





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