La Maladeta  (3308 metros)
La Maladeta es una bonita pirámide situada hacia el centro del macizo al que da nombre. En su cumbre, se une a la divisoria principal la Cresta de los Portillones, que separa los dos mayores glaciares del área; al sur, el terreno se hunde en el enorme circo de Cregüeña, que aloja uno de los mayores lagos de la cordillera... Así, aunque este pico no sea el más alto, constituye el núcleo del más alpino de los macizos pirenaicos; un mundo vertiginoso, construido con granito, donde las afiladas crestas de bloques se elevan sobre paredes verticales talladas en las típicas pilastras que llenan la montaña de aristas y chimeneas.

SITUACIÓN:
* Unidad: Macizo de La Maladeta.
* Población más cercana: Benasque (Huesca).
* Cartografía: Ed. Alpina "MALADETA - Aneto". E 1/25.000.

ACCESO: La carretera que remonta el Valle del Ésera está cortada, durante el verano, a partir del Hospital de Benasque, unos 5 km. antes de la Besurta. Hay autobuses que llegan hasta allí, saliendo los primeros bien temprano, tanto desde el pueblo como desde el hospital pero son caros.

ITINERARIO: La Besurta - La Renclusa - Glaciar de la Maladeta - Collado de la Rimaya - Pico de La Maladeta - Pico Abadías - Collado Maldito - Portillón Superior - La Besurta.

FICHA TÉCNICA:
* Desnivel: 1.400 metros.
* Tiempo: 7h00 en total, sin contar paradas.
* Dificultad: Poco difícil. Corredor inclinado (<45º) y rimaya en el acceso a cresta. Pasos de I y II en las aristas.
* Material: Crampones y piolet.

COMENTARIOS: Ascensión fácil pero muy variada: senda, glaciar, arista, etc... a la cumbre con las vistas mejores del macizo, superando a las del propio Aneto (esto es una opinión). Lógicamente, con todo este paso por glaciar, el piolet y los crampones son necesarios; de hecho, en una repetición en el mes de septiembre del año siguiente, tuve que pisar hielo para subir al Collado de la Rimaya. Respecto a la aproximación a La Besurta, actualmente el tráfico está restringido en verano pero hay autobuses que suben desde Benasque.
El paso por la Maladeta en verano sirve, además, para hacerse idea de la multitud que viaja cada día al Aneto (desde dentro, la procesión se nota menos). No deja de ser llamativo que la Maladeta, sobrepasando los 3.300 metros, siendo una cumbre orográficamente destacada y teniendo vías fáciles y bonitas sea relativamente poco visitada, al menos en comparación con otras. Debe ser el efecto "¿Dónde va Vicente?"... Recomiendo no perderse una asomada al Collado Maldito ya que se pasa tan cerca.

ADVERTENCIA: Las descripciones a las dos ascensiones en cresta (Maladeta y Abadías) son idénticas, siendo una sola ruta; las he subido ambas para facilitar las búsquedas pero no es necesario leer las dos.

DETALLES: Salí del final de la carretera del valle, en La Besurta, por el camino marcado y bien acondicionado, que sube a La Renclusa entre pinos y rocas. De allí, tras pasar ante el refugio y junto a una caseta anexa, fui siguiendo los hitos que marcan la ruta normal al Aneto. Ellos me condujeron a través del enorme caos de roca que cubre la vertiente sur del macizo. Tras mil rodeos, donde es frecuente tener que usar las manos para ir superando bloques, llegué a la vertical del Portillón Superior, que queda a la izquierda (E). En ese momento, abandoné el camino de la cúspide del Pirineo para dirigirme justo al sur, siempre siguiendo hitos, por una especie de tubo muy poco marcado en la ladera. Al poco, me cerró el paso la cuesta de grava y piedras sueltas de la morrena frontal del Glaciar de la Maladeta, que remonté para entrar en el mismo.
Ante mi vista, apareció entonces la cumbre, medio velada por la única nubecilla que se veía, y el Collado de la Rimaya a la derecha. Dirigiéndome al mismo, atravesé el glaciar, que al principio presenta una zona llana y luego va incrementando gradualmente la pendiente hasta llegar a otro pequeño rellano, ya a pie de cresta. Desde ahí, me dirigí a un visible corredor que, en realidad, no sale al propio collado sino un poco a la izquierda del mismo y es el punto más accesible para ganar la arista. Preferí pasar la rimaya en un sitio en que esta era visible y estrecha, antes que arriesgarme sobre un puente de nieve. Encontré la máxima pendiente, algo menos de 45º, en el acceso desde el glaciar, antes de entrar en el propio corredor. Este está un poco tumbado a la derecha y su inclinación es regular, entre 30 y 40º; se sube caminando muy bien. Una vez en la arista, cerca del Collado de la Rimaya, me dirigí a la izquierda (E), primero caminando y luego trepando por bloques (II). Rodeé un pequeño centinela por la derecha (S) y, al pasarlo, llegué al apilamiento de bloques de la cumbre, donde hay que volver a trepar un poquito (I), también por el lado meridional del pico, para alcanzar la cumbre de La Maladeta. Desde aquí se tiene sin duda la mejor vista posible sobre el Aneto y su glaciar. También es impresionante la vista hacia la parte oeste del macizo.
Bajé de La Maladeta por la cresta sur. El primer tramo es amplio y poco inclinado, pudiéndose caminar por su flanco derecho (O). Viene luego una bajada más intensa donde hay que destrepar unos metros (I) antes de alcanzar el punto más bajo de la cresta entre La Maladeta y el Pico Abadías. Tras visitar este último, al que se llega en minutos caminando por una suave pendiente pedregosa, volví a la horcada anterior y bajé a la derecha (E) por un nevero poco inclinado, entrando en el Glaciar de Aneto. Una vez en él, me acerqué al Collado Maldito, para disfrutar de las vistas sobre Cregüeña, volviendo luego sobre mis pasos para dirigirme en bajada directa al noreste, por la nieve del glaciar, de escasa inclinación. Cuando me encontré con la ancha huella de la ruta al Aneto, la seguí hacia la izquierda (NO). Cerca ya del Portillón Superior, la nieve dejó paso a las rocas, volviendo la incómoda progresión por la pedrera. Siguiendo los hitos, llegué a la horcada citada.
Desde el Portillón superior, no tuve más que seguir los hitos que bajan por su vertiente occidental para entrar en el caos de roca que se extiende más abajo. Pronto, llegué al lugar donde me había desviado a la subida y deshice el camino de ida para volver a La Besurta. Por cierto que no me cansaré de asegurar que esta pedrera es la peor de todo el Pirineo. El descenso por ella se hace tan interminable que hace años que no voy y cualquier alternativa, por largo que sea el rodeo a dar, me parece preferible, al menos de bajada.