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Suscribirse al canal contenidos Ascensión a el Monte Perdido (3355 m) por Teo -- 22/04/2007
Vía: (Desde Góriz por la Escupidera) --
(22255 visitas)

Teo
  • Hora de salida: 7
  • Hora de llegada: 11
  • Meteorología: Sol
  • Dificultad: Dificultad media
  • Días: 2
  • Tipo: Ascensión
  • Gps: Descargar
  • Ver panorámicas
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Monte Perdido  (3355 metros)
Track del recorrido  (hacer clic encima para ver en grande)
Track del recorrido (hacer clic encima para ver en grande)

<2. Las tres Sorores vistas desde la Faja de Pelay
Itinerario: Via normal desde Góriz, Lago Helado y canal NW
Desnivel acumulado : 1.215 m
Tiempo empleado: 3h:30min (solo ida, incluida parada breve de 15 min)
Integrantes del grupo: Eva, Guillermo, Teo


El Monte Perdido (3.355m) es la mayor de las tres Sorores (foto 2). Cuenta la leyenda que se trataba de tres hermanas, naturales de una aldea cercana, que fueron raptadas por unos forasteros. Las muchachas defendieron con valor su virtud, pero finalmente les dieron muerte. No encontraron sus cuerpos, en su lugar aparecieron tres grandes montañas que antes no estaban: el Monte Perdido, el Cilindro de Marboré y el Pico Añisclo o Soum de Ramond.
Es curiosa la denominación de Monte Perdido, porque desde la vertiente Española es perfectamente visible incluso desde puertos lejanos. Sin embargo está oculto a la mirada desde la vertiente francesa y desde los valles cercanos de Gavarnie, Bielsa o Bujaruelo.

El recorrido clásico comienza en el Refugio de Goriz (Delgado Úbeda) situado a 2.160 metros .
Llegamos a él desde la pradera de Ordesa, recorriendo todo el cañón hasta el circo del Soaso, donde está la famosa cascada de la Cola de Caballo, que por cierto, bajaba bien hermosa con tanta agua de deshielo como había por todos lados.


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Desde la cascada accedimos a los llanos de Góriz por las clavijas del Soaso (aunque hay un itinerario alternativo que las evita por una senda, dando un poco más de vuelta, subiendo a media ladera hacia la dcha).

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El recorrido por la pared en donde están las clavijas
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La trepadilla es sencilla y entretenida. Hay unas 10 ó 15 clavijas y varias líneas de cadena que vienen bien para ayudarte a trepar con más seguridad ese tramo, especialmente cuando las rocas están mojadas. No suponen ningún problema para nadie, salvo que se tenga vértigo.

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Esta foto es de un mes antes, pero da buena idea de cómo es el tramo central
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Superadas las clavijas se sigue ascendiendo poco a poco. La vista de la Faja de Pelay desde esta zona es impresionante.
A partir de las clavijas y siguiendo dirección NNW se llega a Góriz en una hora sin dificultad.

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Finalmente llegamos al refugio. Cenamos a conciencia y nos acostamos pronto.
La idea era madrugar para subir con la nieve dura, especialmente en la canal final. Avanzada como está la estación, a partir de las 10-11 la nieve se vuelve demasiado blanda y te puedes hundir hasta las rodillas. Imposible subir así, sería un esfuerzo penosísimo.
Asi pues, nos levantamos a las 6, desayunamos y nos preparamos, y a las 7:10 con las primeras luces salimos de Goriz. Afuera los distintos grupos ultiman preparativos. Hay unos que van al cercano Tobacor, un grupo de madrileños al Marboré con esquies de travesía, otros salen hacia la Brecha de Rolando con raquetas, unos poquitos al Cilindro, y varios grupos, incluidos nosotros, hacia el Perdido.

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Estaríamos a 1º sobre cero y no hacía viento. Teníamos por delante unos 1.200m de desnivel, con nieve desde la misma salida.
Al comienzo hay que ir hacia el Este, pasando junto a la estación meteorológica, dirigiéndonos hacia los farallones rocosos de la punta de las Escaleras.
La nieve estaba costra-dura, y nos habíamos puesto los crampones ya desde la misma puerta del refugio. Subíamos a ritmo normal, unos 8-9 m/min, bastante llevadero. Llevábamos por delante tan solo a unas 6 personas, entre ellos el grupo de Iguertu, que iba al Cilindro y al que acabábamos de saludar poco antes. Majos chicos.

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La subida es tendida y pronto empieza a sobrarnos ropa. Detrás nuestro puede verse el majestuoso cañón de Ordesa, la zona de Cuello Gordo y el Mondicieto al que le empezaba a dar el sol.

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Se va subiendo ahora hacia el Norte, remontando el barranco de Goriz, manteniéndose junto a la base de las paredes de la punta de las Escaleras. Se superan un par de terrazas y sobre la cota 2.700, cuando llevamos andado 1h15min, llegamos a la Ciudad de Piedra. Se trata de un llano en donde hay un caos de inmensas rocas. De esta terraza sale hacia Oeste el camino hacia el pico Marboré por la Faja Roya.

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Se remonta una nueva terraza y poco a poco, casi sin darnos cuenta, en unas 2h10min nos plantábamos al pié del Cilindro, en el Lago Helado, que se encuentra totalmente cubierto de nieve. Estamos a 2.990m, en la base de la canal final del Perdido.
Todavía no nos daba el sol, y la canal y la escupidera seguían en sombra. La nieve era lo suficientemente consistente y no hacía viento. Ibamos a afrontar la ascensión en las mejores condiciones.

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Una paradilla de 15 minutos para reponer fuerzas y beber algo, y para arriba.
Solo habían subido una o dos personas por delante nuestro, así que había poca huella. La nieve estaba bastante dura, te hundias escasamente unos 10 cm. De cine.
Desde el lago helado una larga canal sube hasta el collado superior del Perdido. Esta canal está protegida en el lado derecho por una banda rocosa que la recorre en su "casi" totalidad.
Al principio vas por encima de esta banda rocosa, que con nieve es una bonita y ancha arista con un desnivel de unos 25-30 %. Se lleva bien, y no notas riesgo alguno.

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Cuando ya has subido la mitad de la canal, la arista por la que vas se acaba y debes hacer un flanqueo a la izda. Lo que era una canal protegida se convierte en una pala bastante inclinada hacia la dcha. y muy expuesta por haber una falla en la banda rocosa que la protegía. Se entra en la Escupidera propiamente dicha. Paraje tristemente famoso por ostentar el record de accidentes mortales de todos los Pirineos. Solo en este corto tramo han perdido la vida más de 60 montañeros en los últimos 30 años. Desde luego las cifras espantan y hacen que cuando te enfrentas a este tramo con nieve, por primera vez, no puedas evitar sentir una cierta "intranquilidad".
El tema es que a la pendiente de la canal, que será en esta zona de unos 35-40 grados, se une que está bastante inclinada hacia la derecha, de forma que si resbalas y no estás atento para autodetenerte rápidamente con el piolet, coges velocidad y ya nada te detiene. Sales despedido por el hueco en la barrera rocosa caes al vacío aterrizando en las rocas 100 m mas abajo.
Comentario en El periodico de Aragón

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La pendiente se hace más fuerte aquí, yo diría que de hasta el 40%. En este lugar, hay que reconocerlo, vas subiendo teniendo permanentemente presente el precipicio que tienes a tu derecha y da un pelin de culo. Pero vas mirando al frente, mientras agarras la cruz del piolet preparado para usarlo al más mínimo indicio de resbalar.
Se empieza a notar el esfuerzo, las rampas son más casa vez más pronunciadas.

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Pero el tramo es relativamente corto y nos lo tomamos con calma, y así, poco a poco, y con la seguridad que nos daba una nieve en condiciones ideales, vamos llegando al collado superior.

Y lo que vino ahora fue una de las experiencias más bonitas y emocionantes que he sentido en el monte. Conforme íbamos remontando la loma que supone el collado superior, y después de ir todo el rato en sombra, con la nariz pegada a la nieve, y agarrotados por la tensión de la subida y el riesgo, poco a poco, con cada paso que ascendíamos, el horizonte se nos iba abriendo, a la vez que salíamos de las sombras y nos daba el sol de pleno, llenándolo todo de luz y destellos. Y picos y mas picos nevados empiezan a aparecer a nuestro alrededor, y reconozco ahí mismo los Astazu, y luego veo el Robiñera y La Munia, y el Soum de Ramond.... y allaaaá debajo, todo el valle de Pineta y más allá el Posets, y al fondo las Maladetas y el Aneto...
Nos quedamos paralizados en el collado. Estábamos a escasos 50m de la cima, y solo nos salía una risa tonta y un joer, joer, joer...

Con el permiso de Igertu, pongo la foto que nos tomó desde el Cilindro.
Se ve a un montañero, el que iba por delante nuestro, que ya está en la cima. A nosotros tres se nos ve a punto de llegar al collado.
En el mismo momento que Iguertu nos hacía la foto desde la distancia, yo estaba haciendo también una foto a mis compañeros, y otra al grupito que venía detrás nuestro.
Fijaos en lo alargadas de las sombras. Para nosotros estaba amaneciendo.

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Guillermo y Eva llegando ya al collado, con el sol brillando que es una gozada

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Las emociones no habían terminado ahí. Después de un par de minutos de auténtico éxtasis, cuando pudimos reaccionar, tiramos hacia la cima que estaba tan solo a 3 ó 4 minutos. Y al llegar, otro impacto. La cima es una pequeña loma redondeada y estaba desierta, a excepción de un mozo que permanecía quieto allí arriba. Y es que el panorama era sobrecogedor. A un lado todo el cañón de Añisclo a tus pies, al otro los farallones de Ordesa, el Cilndro, el Taillón, el Vignemale,.... No te daba tiempo ni eras capaz de asimilar todo lo que había delante y debajo de tí. Se sentía uno como en un trono encima de las nubes con una maravilla de paisajes nevados a tus pies... Nos abrazamos y nos besamos los tres. A Eva se le escaparon unas lagrimillas. Y así estuvimos un ratico hasta que poco a poco fueron llegando más montañeros. Y todos estábamos eufóricos por la excepcional experiencia que estábamos viviendo en esa luminosa mañana.

Serían las 10:40 cuando llegamos a la cima. Habíamos subido al Perdido en unas 3 horas y media.

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El descenso no tiene más historia que desandar lo andado. La escupidera ya estaba al sol, y la nieve estaba sumamente reblandecida y pesada. Nos hundíamos hasta casi las rodillas. La sensación de peligro era prácticamente nula y eso que bajábamos dando cara al precipicio. Ibamos riendo y saludando a los distintos grupos que todavía iban subiendo, penosamente ya, por la escupidera.

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Creo que llegamos al lago helado en menos de 20 minutos. Y allí ya, al sol, nos quitamos ropa hasta quedarnos en camiseta y nos tumbamos a beber, comer y disfrutar de las vistas soleadas de toda la canal del Perdido, que ya era un trajin de montañeros subiendo y bajando.

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Nos vinieron bien las raquetas para la bajada

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La vuelta a la pradera de Ordesa la hicimos al día siguiente por la Faja de Pelay y la Senda de los Cazadores. Encontramos bastantes dificultades porque había más nieve de la esperada, no se veía el camino ni había huella y por esa zona los neveros son extremadamente expuestos y peligrosos. Tuvimos que tirar de piolets otra vez, ayudarnos del GPS para intuir dónde estaba el camino bajo la nieve, ir abriendo huella... Pero bueno, esa es otra historia, y con esta ya me he enrollado bastante.



3. Llegamos al Lago Helado. Vista de la canal con la Escupidera

4. Vista del Cilindro desde la Escupidera

5. Eva, en la parte superior de la Escupidera

6. Los tres en la Cima del Perdido

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