Oturia  (1930 metros)
BIKERUNNING O PERDIENDO EL CULO A OTURIA.

Mariano Javierre.

Hacía ya mucho tiempo que no ojeábamos “nuestras posesiones” en esos montes que para nosotros son de culto. No llevo la cuenta, pero serían cerca de la cincuentena de días de retiro físico más que espiritual. Estamos en Primavera, el tiempo es primaveral, los días son lluviosos y nubosos, pero de cuando en cuando sale alguno bueno no, lo siguiente y… me voy a tirar al charco.
A Santa Orosia, siendo muy muy jovén, subí desde mi casa situada entre el Barrio y el Puente de Sardas; Sabiñánigo siempre ha estado partido en dos por las fábricas; en una hora y treinta y seis minutos; ojo, que hasta Isún hay alrededor de 4 kilómetros. Eramos unos galgos descansados.
Hoy 7 de Mayo de 2020 dispongo de cuatro horas y no sé si van a ser suficientes. La idea consiste en ir en bicicleta hasta el cruce del Camino de Satué con la vieja pista que venía desde Isún y desde allí “perdiendo el culo” hasta arriba y para la vuelta pues lo mismo.
Salgo antes de las seis de la mañana para darme un poco de margen. Mi chica no viene ya que no maneja la bici. El pueblo está desierto a estas horas ya que es de noche y la bajada hasta el Puente de Sardas es breve. Estoy a 760 metros y de allí en adelante el camino tira siempre para arriba.
Salgo a la Variante y enseguida tomo la Carretera de Latas que tiene hacia las Margas un repecho largo de narices y más largo que se me hace pues llevo una bicicleta que es un auténtico tarro que cambia poco y mal.
Tras el largo repecho, a una suave transición le sucede otro más corto, camino de Satué, que me deja en Cruz Guáriz a 950 metros de altitud cuando ya ha amanecido y se ve bastante bien ahora que lo necesito.
Tomo la pista que atraviesa un primer campo con rodadas y un segundo que también las tiene pues están construyendo algo un poco más adelante y en dirección este recorro la larga recta que me mete en el pinar donde encuentro la pista que viene desde Isún.
Tengo la suerte de que me entra un cambio muy suave y de esta forma puedo continuar pista adelante puesto que tiene mucha piedras y escalones al no tener tránsito desde hace muchos años.
Con algún apuro que otro alcanzo el Camino de Satué. Dejo la bici y el casco bajo un pino y comienzo el running. Estoy a 1240 metros de altitud y llevo tres cuartos de hora de bici.
El Camino de Satué que tantas veces he recorrido está muy limpio de vegetación a pesar de que está orientado ligeramente al norte. Húmedo, lavado por el agua y con piedra suelta progresa en mediano ascenso que no se puede trotar en su mayor parte por los que no somos profesionales del asunto pero que subo con poca mochila y con garbo.
Una foto a la cascada con el móvil e inmediatamente paso a la orilla derecha del barranco para cruzarlo de nuevo y volverlo a cruzar a la Salida del hayedo, donde echo un trago de agua de la segunda fuente.
En lugar de subir directamente por medio de la masa de genistas como hacíamos en época de entreno para los Alpes, prosigo por el camino que me permitirá visualizar mejor el Puerto aunque alargue unos pocos minutos. Son las siete y cuarto.
La mañana se ha espabilado y luce el sol con una debilísima brisa que se agradece. El praderío tiene la hierba muy corta y el viento de estos días de atrás ha secado bastante la cara de la tierra por lo que se camina muy bien la Majada de Isún situada sobre los 1550 metros de altitud.
En dirección nordeste paso por los abrevaderos y por la fuente de la que recogen su agua cuando ya comienzo el ascenso final. Las amarrosas del puerto que atravieso, están marcadas pero no tienen setas, solamente algunas tienen senderuelas completamente pasadas.
Son las ocho de la mañana cuando alcanzo el Pilote de la Cima de Oturia situado a 1925 metros de altitud. Han depositado un cuaderno de firmas.
Como una mandarina, me echo un trago de agua, hago unas pocas fotografías y contemplo brevemente un conocido paisaje con cierta nubosidad dispersa. Me sobra con cinco minutos.
El descenso lo inicio hacia la Estiba para recorrer unas pocas amarrosas en descenso pero enseguida retorno a la cara sudoeste para retomar el camino normal de descenso.
Me acercaré a los pinos donde localizaré algunos suillus pasados ya, veré a lo lejos a un senderista que va con perro y seguidamente tomaré el camino de Satué en el inicio del barranco. El descenso es más rápido y más llevadero con lo que me permito algunos trotecillos.
Tras el cruce bajo la cascada tomaré los tres atajos del camino, todos a la derecha, tienen algún punto que hay que hacer con cuidado por lo que no ofrecen apreciable ahorro de tiempo.
Son las nueve y media de la mañana cuando termino el camino y alcanzo la bicicleta. A estas alturas ya sé que me va a faltar un pelín de tiempo.
El descenso de la primera parte de la pista hay que hacerla despacio así como el siguiente tramo en el que hay que frenar bastante y no llevo muchos frenos. Luego la recta hasta la carretera ya va más rápida al igual que la carretera hasta el Cruce de Sardas pero con cuidado con los frenos.
La continuación será por la Variante aprovechando el descenso hasta el Gállego para terminar atravesando el Polígono Sepes y pasando junto al Parque Julio Gavín llegarme a casa cuando son las diez y cuarto.
Han sido 1200 metros de desnivel acumulado en relativamente poco tiempo. Me gusta y nos gusta ir al monte sin dormirnos pero tan deprisa no es lo que más me satisfaga pero…