Pedraforca  (2498 metros)
Salí de nuevo con mis hijos para mirar de subir con ellos al Pedraforca.
Salimos de Mataró, temprano de buena mañana, en dirección a Berga y Bagá.
Un par de quilómetros antes de Guardiola de Berguedá encontramos la desviación hacia el Parc Natural del Cadí-Moixeró.
Cogemos esta carretera de montaña, en dirección al pueblo de Saldes.
Después de superar un altozano, la carretera comienza a descender. A partir de aquí, se abre ante nosotros una impresionante vista sobre el Pedraforca.
Más tarde, llegamos a Saldes y buscamos la pista que se dirige hacia el Refugio Lluís Estasen.
Subimos por esta pista hasta llegar en poco rato a un mirador.
Aquí aparco el coche, junto a otros muchos vehículos de turistas y montañeros.
Nos preparamos para la ascensión.
Comenzamos la subida por un camino que, desde un poco más abajo del aparcamiento, nos conduce hacia el refugio.
Llegamos en unos 15 minutos al Refugio Lluís Estasen (1.647 mts.).
El camino, muy hollado, sale ahora por la parte de detrás del refugio, remontando el bosque del Gressolet, bajo el cresterío de la pared norte del macizo del Pedraforca.
En este lugar, algunas veces se pueden ver escaladores.
Proseguimos por suave desnivel hasta un punto en que el desnivel aumenta rápidamente. Subimos una corta pared, por una especie de canal, hasta una escotadura, Brecha de Riambau, en la cual giramos hacia la izquierda.
Entramos ahora en la parte superior de la pared y seguimos progresando hacia la izquierda en busca de la base de la Canal del Verdet.
El desnivel aumenta cada vez más hasta llegar al comienzo de la canal (1.950 mts.). Tiempo hasta aquí, 1 hora.
Ahora, tenemos frente a nosotros una empinada subida que acaba en la parte superior de la Canal del Verdet.
Comenzamos a ascender por un marcado camino que zigzaguea constantemente.
La subida se va haciendo un poco dura, pero no complicada.
Ya bastante arriba, en la parte más estrecha de la canal, el desnivel aumenta aún más. La progresión se vuelve lenta y comenzamos a caminar entre canchales algo sueltos, con alguna pequeña complicación.
Llegamos, al fin, a la parte superior de la canal (2.270 mts.). Tiempo aproximado hasta ahora, 1,45 horas.
Descansamos un poco del fuerte desnivel realizado.
Más tarde, nos desviamos hacia la izquierda en busca de las canales finales de acceso al Coll del Verdet.
La mejor ruta de ascenso está señalizada, pero realmente se puede subir por distintos puntos. Hay que escoger el que a cada uno le parece mejor.
Comenzamos la subida por las canales, con buena roca y muchos agarres. Evidentemente, tenemos que apoyar las manos.
Con precaución vamos ascendiendo a lo largo de unos ochenta metros, cuidando de no hacer caer ninguna piedra.
Después de un buen rato de esfuerzo contínuo, alcanzamos la parte superior de la pared, ya en la cresta que se dirije hacia el Pedraforca.
En esta escotadura, Coll del Verdet, y viendo ya cercana la cima, giramos de nuevo hacia la izquierda dirigiéndonos hacia ella.
Siguiendo la ancha cresta hacia la cima, cruzamos dos cotas secundarias, subiendo primero y bajando después un poco, de 2.430 mts. y 2.450 mts., respectivamente.
Al fin, y definitivamente, alcanzamos la cima.
Nos encontramos en la cumbre del Pedraforca, en el más alto de los dos Pollegons, el denominado Pollegó Superior (2.497 mts.). Tiempo total de ascensión, unas 3 horas.
Tenemos a nuestros piés la, desde aquí ancha, Enforcadura. Al otro lado, el Pollegó Inferior, de ascensión algo más complicada.
Después de realizar un buen descanso, efectuamos unas fotos.
Comemos y bebemos, y nos preparamos para el descenso.
Al fin, comenzamos a bajar.
En lugar de descender por el mismo itinerario que la subida, bajamos ahora en dirección a la Enforcadura.
Desde aquí, comenzamos a bajar por la descompuesta y ancha canal que sube hasta la parte superior de la misma.
Encontramos trazas de sendero, pero ninguna definitiva.
Debemos bajar como podemos por la vertical y descompuesta pendiente.
A veces, por querer correr demasiado, resbalamos.
El descenso se hace muy duro. Además el calor aprieta bastante.
Al final, tras un buen rato de pisar y empujar piedras, alcanzamos una parte menos inclinada.
Ahora hemos de superar alguna pequeña canal, sin demasiada complicación.
Llegamos, por fin, a la parte llana, comenzando a encontrar arbolado.
Entramos dentro del bosque, ahora por camino muy marcado y sencillo, en dirección al Refugio Lluís Estasen.
Ahora, a pesar de estar bastante cansados, nos relajamos un poco.
El camino, ancho, sombrío y fácil así lo aconseja.
Llegamos otra vez, después de faldear toda la vertiente sureste del macizo, al esperado refugio.
Aquí, frente al mismo, llenamos las cantimploras y descansamos un buen rato, estirados sobre la hierba.
Después, proseguimos el descenso por el fácil camino que en poco tiempo nos lleva hasta el aparcamiento.
Nos arreglamos, subimos al coche y emprendemos el regreso a casa.