Peñas de Ranero o Pico del Carlista  (721 metros)
El macizo de Ranero es un macizo kárstico, que cierra el valle de Carranza por el norte. Carranza es el municipio más extenso de Vizcaya, y pese a que no está lejos en distancia, las comunicaciones no son demasiado buenas, lo que nos hace tardar más de una hora en llegar a Ranero, pequeño barrio de Carranza. Una vez en él continuamos hasta las cuevas de Pozalagua. Para llegar aquí desde Bilbao hay dos opciones, la primera ir por el corredor del Kadagua, hasta Zalla, y de ahí, dirección Carranza, por el alto de la Escrita, atravesando el enclave cántabro de Trucios, y después de Ambasguas el desvío a Ranero y luego a las cuevas. También se puede ir hasta Laredo por autopa, y allí coger la carretera de Ramales de la Victoria y antes de llegar coger el desvío a la izquierda por la CA-150. Fuimos por la primera y volvimos por la segunda, sin que tenga claro cual de las 2 opciones es mejor.

El macizo de Ranero cierra por el norte el estrecho desfiladero por donde se precipita el río Carranza en su búsqueda del Ason. Por el sur queda cerrado a su vez por el complejo de los picos del Moro y el Mazo. Pese a su modesta altura la complejidad kárstica de toda la zona, hace que sus ascensiones y recorridos deban ser tomados con calma, ya que los tiempos de marcha se alargan bastante. El macizo tiene continuidad hacia el este, a través de unas suaves lomas, hasta entroncar con el Armañón (la máxima altura de la zona), y el macizo kárstico de los Jorrios.

En el complejo kárstico de Ranero se abre una de las mayores cámaras subterraneas del mundo, la torca del Carlista, que da nombre al pico que vamos a subir (llamado insitintamente Peña Ranero o Pico del Carlista). Esta cámara es accesible por una pequeña abertura que conduce a un abismo de más de 300 mts de altura en las entrañas de la tierra (la entrada se encuentra al sur del pico, y no es destacable para nada). Al llegar al fondo de la sima, se abre una cámara de dimensiones colosales, que durante mucho tiempo fue considerada como la mayor del mundo (creo que ahora ha sido desbancada por una en EEUU y otra en Mexico). Cuenta la leyenda que en las guerras carlistas, un soldado de este bando, antes de entregarse, y viéndose acosado por sus perseguidores isabelinos, prefirió arrojarse a la torca antes que entregarse. De ahí el nombre tanto de la sima, como del pico cercano.

Descripción de la ruta: una vez en el aparcamiento de las cuevas, volvemos por la pista sobre nuestros pasos, para coger un camino que remonta junto al anfiteatro que se ha excavado en la roca. La subida es sencilla, aunque hay que poner atención en caso de suelo húmedo, porque se pasa junto al cotado. El camino gira en dirección NE para situarnos en el portillo de Ranero. De aquí, se toma en dirección sur, hasta alcanzar un nuevo collado ya en la zona superior del macizo. Nos desviamos al sur para alcanzar una cota sin nombre, pensando que pudiera tener vistas al valle. Queda aun un poco lejos del cortado, así que volvemos sobre nuestros pasos y sin problemas se alcanza el pico del Carlista.

A partir de aquí nos metemos en zona kárstica. Intentamos llegar a una cota al norte, pero el karst nos lo impide, bajando y bordeando por el sur una hoyada, para posteriormente encaramarnos a una nueva cota innombrada, en este caso ligeramente más alta que el propio pico del Carlista. Toda esta zona sin ser difícil, obliga a frecuentes trepadas y destrepes. Desde la cota 722 indicada, bajamos en dirección NW buscando un bosquecillo de encina cantábrica, que atravesamos, para buscar un collado (541 mts) que nos permita acceder al siguiente cordal, el cual realizaremos a la vuelta, ya que ahora lo pasamos por debajo (sur). Pasamos bajo el picon de la Mosquilla, y otra cota que da lugar a error (Peña Gibaja???), para finalment alcanzar Encinalacorba (674 mts) que en otros mapas aparece precisamente como Peña Gibaja. Volvemos por el facil cordal enlazando las cotas 654 y 647, el primero de los cuales creo que poría ser Peña Gibaja (si bien aparece precisamente como Encinalcorba en el ign), y el segundo claramente el picon de la Mosquilla.

Descendemos del cordal, y ahora por claro camino, volvemos al portillo de Ranero, y de ahí por el mismo camino de subida al aparcamiento de las cuevas.

Dificultad: alguna trepada de I, y mucho recorrido por terreno karstico desde el pico del Carlista, hasta el collado que da acceso al cordal de Encinalacorba, pero sin mayores dificultades.

ruta de casi 4 horas con paradas incluidas, 7 kms de distancia, y unos 600 mts de desnivel acumulado. Ideal para una mañanera.