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Suscribirse al canal contenidos Ascensión a el Pic dels Vidals (2904 m) por Triptofano -- 26/07/2020
Vía: (Directa Central-Estany Gento-Vidals D'Amunt) --
(137 visitas)
  • Hora de salida: 9
  • Hora de llegada: 18
  • Meteorología: Sol
  • Dificultad: Bastante facil
  • Días: 1
  • Tipo: Ascensión
  • Gps: Sin fichero GPS
  • Sin panorámicas
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Pic dels Vidals  (2904 metros)
Ruta realizada en Iberpix
Ruta realizada en Iberpix
La Vall Fosca es un estrecho y oscuro valle, como indica su nombre, pero es uno de los más largos del Pirineo Catalán y en su cabecera alberga bastantes de sus cumbres más altas. Una vez dentro del valle, las anchas vistas que se tienen desde el Pallars Jussà desaparecen puesto que nos rodean altísimas y empinadas pendientes y paredes. Sin embargo, en la parte final del valle se distinguen dos imponentes montañas que ocupan una parte central dentro de él. Son el Pic Tort y el Pic dels Vidals, que forman un inseparable binomio con cada pico controlando un sector de la extensa Vall Fosca. De muy notable altura, son de las montañas más altas de Aigüestortes y del Pirineo catalán, característica que juntamente con su posición céntrica fomenta unas vistas que pocos picos del sector pueden tener. De hecho, estos dos picos son los únicos desde los que se puede observar la totalidad de los estanys de la Vall Fosca, la zona con mayor concentración lacustre del Pirineo.

El Pic Tort destaca especialmente dentro del binomio puesto que se desploma sobre el gigantesco estany Tort con un muro de más de 500 metros de canales y paredes. A algo menos de un quilómetro de una fácil cresta se encuentra el Pic dels Vidals, hermano mayor del grupo pero menos destacado, mostrándose como una voluminosa y achaparrada montaña que sin embargo muestra algún imponente roquedo, sobretodo en su cara norte, un inmenso e inhóspito pedregal. La cara sur de estas cumbres es una pequeña cubeta que guarda una sorpresa en forma de varios lagos, los Estanys Vidals d’Amunt, de los más altos del Parque Nacional.

A la ya de por sí dureza propia de la excursión (por desnivel y terreno), nosotros le añadiremos un factor añadido puesto que parte del objetivo de esta excursión era conocer el estado del camino que directamente sube desde la Central al Estany Gento por el barranco homónimo, que ahorra la vuelta que da la Canal del Pigolo a costa de tramos aéreos y un camino bastante más complicado (eso sí, subes en 45-50 minutos 400 metros de desnivel, casi nada).

La excursión es pura Vall Fosca. Transcurre por sitios bellísimos, alternando verdes praderas con una ingente cantidad de estanys y la visión de un auténtico mar de granito por doquier. En pocos sitios hay esta comunión entre la roca y el agua.

-Datos técnicos

Longitud: 14 km
Desnivel: 1.390 m
Altura máxima: 2.905 m
Altura mínima: 1.770 m
Dificultad técnica: Pasos de I-I+ en la ascensión al Pic Tort y al Pic de Mar.

-Acceso

El pantano de Sallente se encuentra al final de la carretera de Cabdella, a la cual se llega cogiendo un desvío en Senterada. Aparcaremos en la central, al lado del teleférico.

-Descripción

No las tengo todas con la parte inicial de la excursión. Sé que existe una ruta que va directamente desde la central hasta Estany Gento pero también sé que no se utiliza desde hace muchos años y que el terreno es sumamente vertical. Pero tendremos que jugárnosla.
Empezamos a andar por un camino que va por detrás de la Central y que posteriormente se unirá al que va por la Canal del Pigolo. Una vez traspasada la central, en unos metros vemos como un sendero empieza a ascender por la izquierda por lo que presuponemos que es éste. El sendero, llega a la base de una torre eléctrica y pasa por una valla hundida, tras la cual empieza a ascender de valiente. Sorprendentemente está bien marcado en todo momento, en mucho mejor estado de lo que imaginaba. Primero va en dirección a la hendidura del barranco para luego girar hacia unos escarpes rocosos. Ahí, tras unos breves zigzags, aparece un cable de acero, que ayuda a superar unos tramos de roca lisa. En un par de tramos ayuda pero después, debido a lo deficiente de su estado, se cae y se pasa mejor sin él, con mucho cuidado eso sí. Una vez superados los roquedos estamos en la parte intermedia de la pared del circo, predominantemente herbosa pero muy vertical. El camino gana altura muy rápidamente ahora en dirección a la pared del barranco, impresionante desde aquí, mientras el agua baja mediante cascadas. Estamos en un lugar verdaderamente inhóspito, a pesar de que vemos tanto el hotel de Estany Gento como la central muy cerca. Encima se nos muestra un promontorio rocoso, al cual el camino se va acercando rápidamente. Una vez en su base, el camino desaparece por la presencia de una pedrera a nuestra izquierda, a la cual entramos brevemente. Solo estaremos en ella unos metros porque veremos como el trazo aparece de nuevo a la derecha, casi tocando el promontorio, muy difuso al principio, pero aclarándose de nuevo después. Superado el mogote rocoso, insignificante desde arriba, el camino se dirige hacia las paredes superiores del circo, que parecen infranqueables desde aquí. Sin embargo, veremos como el sendero se dirige ingeniosamente hacia la parte donde las paredes se tumban más (encontrándonos incluso algunas escaleritas), apareciendo de nuevo otro cable, que nos da seguridad ante la presencia constante de placas lisas que hacen de tobogán. Cabe decir que hay pasos bastante aéreos y que un resbalón nos conduciría al fondo del barranco, por lo que se debe estar muy concentrado. Superado este paso el paisaje se abre y se nos muestran las construcciones de Estany Gento delante nuestro, ya hemos superado el barranco. El camino cruza una glera y aparecemos en el concurrido Estany, con gente empezando a aparecer por el carrilet. Hemos subido unos 400 metros de desnivel en poco más de 45 minutos y en un quilómetro, una subida durísima y con algún paso peliagudo pero que acorta significativamente el tiempo respecto a la Canal del Pigolo.

Ahora nos toca transitar por un camino mucho más cómodo y fácil. Pasamos por debajo del teleférico y bajamos unos metros, dejando a un lado el camino que conduce al lejano Port de Rus. Seguimos el trillado camino, que después de unos zigzags y ascendidos poco más de 100 metros de desnivel llega a la Portella a donde se une con el carrilet superior y el camino de la Carros de Foc. Aquí nos dirigimos a la derecha, hacia Colomina, pero solo unos segundos pues rápidamente aparece a nuestra izquierda un camino marcado con un hito y que debemos tomar. Este camino, al principio poco claro, va ganando altura mediante zigzags en la pala herbosa y llega a una terraza desde la cual ya coge dirección norte y se dirige a la base de la pared de la Roca d’Abellers, que se muestra imponente. Mientras nos vamos acercando, vamos ganando vista sobre el inmenso y alargado Estany Tort, el mayor de la zona. Al llegar a la base, el camino supera unas pedreras inclinadas que no suponen ningún problema y que se trasponen rápidamente. Superadas, el camino cruza algún barranco y de repente nos encontramos en una terraza colgada encima del Estany Tort, con vistas ya a nuestro primer objetivo, que se muestra indómito desde nuestra posición, con una cara oeste espectacular.

También vemos la canal a superar, poblada por una pedrera en su parte intermedia y que nos va a dar acceso al circo superior. De momento andamos por encima de la terraza, con unas vistas tremendas sobre la parte occidental de la Vall Fosca, sus lagos y sus cumbres, destacando el Pic de Mariolo o el cónico Pic de Dellui. Rodeamos un promontorio por la izquierda y descendemos para cruzar por un puente el desague del Estany Vidal, que apenas vemos a pesar de su tamaño al quedar muy hundido entre la Pala de Colomina y otras cotas. Pasado el puente el camino se pierde pero la dirección es clara. Vamos subiendo por pequeñas terrazas para llegar a la pedrera, que superamos por donde podemos. Ahora viene la parte más inclinada de la canal, muy dura pero no incómoda. Incluso hay trazas de camino que nos ayudan a superar más rápidamente el desnivel. Jadeando llegamos al pequeño estany, primero de los Estanys Vidals d’Amunt. El rincón es precioso, una cuenca lacustre remota y escondida pero de un tamaño más que notable y con la presencia de los dos picos principales de hoy, ejerciendo de centinelas eternos por encima de los lagos. El binomio se muestra claro y curiosamente simétrico, conectados por una cresta fácil y con el Coll de Carboneres en el punto intermedio.

Pero no llegaremos a ese collado puesto que iremos directamente al Pic Tort por su arista sur. Nos dirigimos a la franja herbosa que separa el estany al que acabamos de llegar con el estany Vidal d’Amunt de la izquierda y desde ahí emprendemos la subida directa a la arista por una pala mixta entre hierba y roca. El ascenso es cómodo y en poco tiempo nos plantamos en un colladito en la arista, justo antes del casquete somital del Pic Tort. A nuestra izquierda una canal se desploma hacia el Lac Tort, más de 500 metros debajo de nuestros pies. Varias canales surcan este casquete pero nosotros decidimos ir a toda cresta pues se ve disfrutona y con poca exposición. Empezamos a ascender por unas placas lisas para después entrar en una zona de trepadas bastante fáciles. En un momento dado aparece una roca lisa de varios metros que nos obliga a abandonar momentáneamente el filo para luego volver. Unas trepadas más y nos plantamos en la aérea cumbre del Pic Tort, con el hito en el único lugar llano de la pequeña cumbre. Muy buenas vistas nos brinda este pico, sobretodo del sector occidental de la Vall Fosca con el altivo Subenuix dominando los numerosos estanys, destacando los de Castieso, Cubieso y Morto. Más lejos, se ve perfectamente el diente del Gran Tuc de Colomers y el sector de Comalesbienes, con muy poca nieve ya en la Punta Alta. Detrás, los Besiberris están algo escondidos detrás de la Pala Alta de Sarradé y aún más lejos, el macizo cumbre del Pirineo embargado por las brumas.

Nos quedamos poco rato en la cumbre puesto que aún nos queda excursión. Empezamos a descender por la cresta por terreno bastante rocoso en el que nos ayudamos con las manos para ir bajando. Llegamos a una brecha desde la que vemos la tremenda cara norte del Pic Tort y flanqueamos unas pequeñas cotas por el sur, para no ganar altura innecesariamente. Seguimos bajando y en poco rato llegamos a la collada de Carboneres, que separa la pequeña cubeta de los Vidals d’Amunt con la salvaje cabecera de Carboneres. Este valle es un pedregal inmenso e inhóspito con algún pequeño estany, por el cual muy poca gente pasa y dominado por nuestros dos picos y el piramidal Sobremonestero. Desde aquí el Pic dels Vidals se muestra bastante agreste pero como veremos es muy sencillo. A pesar de que en alguna ocasión se necesiten las manos para superar algún paso más escabroso, la ascensión se desarrolla andando la mayor parte. La primera parte es más empinada pero luego la arista se tumba y nos vamos acercando a una pequeña cumbre que no es sino la antecima del pico. Desde esta antecima ya podemos ver la cumbre real del Pic dels Vidals, que se muestra bastante vertical y protegida por unos escarpes rocosos entre tarteras y empinados corredores. No ascenderemos directamente, sino que bordearemos parte de la cumbre por el este y a la que vemos que el terreno se suaviza subiremos los últimos metros. Este pico es un privilegiado mirador del gigantesco Estany de Mar y del terrible Peguera, que nos muestra el paredón de su cara norte con todo su poderío. Así como el Pic Tort nos enseñaba la parte occidental de la Vall Fosca, el Pic dels Vidals nos enseña su parte oriental, presidida por el ya mencionado Peguera y flanqueada por grandes picos como el Saburó, la Mainera, la bicéfala Pala Pedregosa de Llessui, el ancho Montorroio y el colosal Montsent de Pallars, todos ellos con numerosos lagos a sus pies.

Como vamos bien de tiempo, decidimos realizar una visita al Pic de Mar que se muestra como una alargada y agreste cresta rocosa, con numerosas puntas. Bajamos del Pic dels Vidals por la ladera norte, no muy empinada pero bastante descompuesta y en poco tiempo llegamos al collado que separa ambos picos. A pesar de que la primera punta sea la más alta de todas las que conforman la cresta del Pic de Mar (y tenga un hito), la que le da el nombre es la final, tras la cual la cresta se desploma hacia una brecha de aspecto terrorífico que la separa del Sobremonestero. En cualquier caso, al estar hitada, ascendemos la punta por la derecha, trepando fácilmente, y seguimos la cresta esquivando las dificultades siempre por la vertiente derecha. Recorremos rápidamente las distintas puntas hasta llegar a la que antecede a la punta final, el Pic de Mar propiamente dicho. Aquí, vemos como la cresta se complica sobremanera, así que bajamos por una empinada canal por la vertiente de Sobremonestero, con mucho cuidado puesto que hay una buena pared por debajo nuestro, superamos acrobáticamente una estrecha roca y ascendemos por otra canal herbosa hasta la punta del Pic de Mar, un nido de águilas. Desde aquí podemos ver la cara más salvaje del Pic Tort y el Pic dels Vidals, por encima del pedregal de Carboneres. También observamos la cresta que nos separa del Sobremonestero, solo apta para los mejores escaladores debido a las traicioneras brechas y a lo agudo de su filo. Incluso podemos ver un poco de Sant Maurici al fondo del valle de Monestero con el bucólico estany del mismo nombre, rodeado de escarpadas montañas.

Por hoy ya hemos tenido suficiente así que nos disponemos a volver. Con mucho cuidado superamos la brecha y nos plantamos en la amable ladera que viene del Coll de Mar, al que llegamos en breve. Empezamos a bajar hacia el sur en dirección a los Estanys Petits de Saburó mientras vamos rodeando la mole del Pic dels Vidals. Al llegar al primero, podríamos ir hacia el más grande de todos, yendo hacia el este y coger el camino que va del Coll de Peguera hacia el Estany de Saburó, donde cogeríamos el camino de la Carros de Foc. Pero nosotros iremos por un atajo, mucho más salvaje. En dirección a la pared de les Pales de Colomina, que vemos a lo lejos, rodearemos el lago por la derecha y superaremos un pequeño promontorio por la derecha también. Desde ahí veremos el vallecito que va de los Estanys Vidals d’Amunt al principal Estany Petit de Saburó. Nosotros lo cruzaremos para ascender al otro lado, donde flanquearemos dos pequeños lagos por la izquierda. Nos encontramos con que estamos en la parte superior de un circo presidido por la muralla de las Pales de Colomina y con el Estany de Mar en la parte baja del mismo. Vemos como tenemos una vertical canal a nuestros pies y por ella empezaremos a bajar, abandonándola a los pocos metros por una ladera herbosa que nos conduce a un prado. Cabe decir que este trayecto, que con suelo seco es muy incómodo pero nada más, con el terreno mojado es muy peligroso por lo empinado del terreno. Llegados al prado, vamos por un vallecito rocoso que nos conducirá a un prado aún más grande, que curiosamente tiene una gran piedra en el centro, pareciendo que fuese colocada por un gigante en tiempos antediluvianos.

Tras este prado ya tendremos el camino de la Carros de Foc muy cercano. Lo seguimos unos minutos y de repente, sorpresa, vemos como está totalmente inundado por las aguas del Estany de Mar, cosa que al menos yo no había visto nunca. Para no volver atrás y más por cabezonería que por otra cosa, decidimos subir por las rocas de nuestra derecha y aprovechar las viras herbosas que hay entre ellas, esperando que el camino esté impracticable solo por un corto tramo. Desgraciadamente, una vez transcurridos unos metros por la vira vemos como el camino no solo no vuelve a aparecer sino que se hunde aún más en las aguas. Después de jugarnos el tipo unas cuantas veces y de no acabar al agua de milagro, decidimos dejarnos de tonterías, abandonar estas viras y subir hasta arriba del roquedo, donde encontramos el camino alternativo. Siguiéndolo, llegamos a la presa del estany, donde vemos que efectivamente, está totalmente inundado hasta el final. Que un sendero tan importante como este, que es GR y Carros de Foc, esté al fondo del Mar (nunca mejor dicho), es de juzgado de guardia (luego pararíamos en el refugio de Colomina y preguntaríamos sobre este hecho, a lo que nos respondieron que hay veces que el estany de Mar se llena demasiado y que se tiene que desaguar, pero que es responsabilidad de la compañía eléctrica y blablá, en fin) …

Después del Estany de Mar tenemos que rodear el Estany de Colomina, a salvo de inundaciones porque está a cierta altura. El rodeo se hace algo pesado, por la cantidad de piedras que hay y, sobretodo, porque ya llevamos bastante cansancio en las piernas. Pasado el refugio el camino llegaría a la Portella de nuevo pero nosotros acortamos por el atajo dels Corralets. Cogemos un difuso sendero a mano izquierda que nos va bajando hasta llegar al carrilet, que tomamos hasta el final. Volvemos a descender en dirección S hasta que encontramos un sendero que se dirige a una canal, pasada la cual unos hierros nos ayudan en algún paso. A partir de ahí, una incómoda bajada nos conduce al Estany Gento. Desde ahí, cogemos el camino de la mañana (hoy el día va de atajos), teniendo mucho cuidado en los pasos equipados, porque el cansancio nos puede jugar una mala pasada. La bajada es dura pero rápida y en poco más de 40 minutos nos plantaremos en la central, reventados pero satisfechos de haber descubierto unos cuantos caminos en la Vall Fosca y de haber conocido unas montañas preciosas.

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