Ras Dejen o Ras Dashen  (4553 metros)
Las montañas Simen son un sistema montañoso que se extiende al norte de Etiopía, en la región Amhara. Constituyen un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, e incluye además el Parque Nacional de Simen.
Está compuesto por mesetas separadas por valles, y por pináculos que se elevan sobre los 4.000 m. A pesar de su carácter escarpado y de su altura, las montañas presentan numerosos pueblos.
El Ras Dejen o Ras Dashen con sus 4.553 m. es la cumbre más alta de las montañas Simen y del país.
Las montañas están compuestas por basalto de origen volcánico, a pesar que en la actualidad no hay volcanes activos en el área. El monte está formado por un grupo de nueve picos rocosos, siendo el único punto del país cubierto regularmente de nieve en invierno.
El primer ascenso registrado al Ras Dejen ocurrió en 1841, por parte de los oficales franceses Ferret y Galinier. Sin embargo, a pesar de no existir pruebas verificables de ascensiones anteriores por parte de la población local, las condiciones favorables, y la presencia de asentamientos de pastoreo a gran altitud, hacen perfectamente posible que haya sido escalado con anterioridad a dicha fecha.
Una de las singularidades de esta montaña, es que su altura ha sido históricamente cuestionada. En 1873 una expedición determinó que la montaña medía 4.620 m. En los años 60 una expedición estadounidense estimó la altura del monte en 4.543 m. En la acutaliad se tiende a aceptar que su altura alcanza los 4.553 m .

Observaciones:
-Vacunas recomendables: fiebre amarilla, tétanos, meningitis, cólera, tifus, hepatitis A y B.
-Clima: Etiopía tiene dos estaciones: una estación de lluvias, de junio a septiembre, y otra seca, de octubre a mayo.
-Documentación: pasaporte con al menos seis meses de validez y visado que se obtiene a la llegada en el aeropuerto. El coste del visado para un mes son 17 euros.
-Idioma: en Etiopía se hablan alrededor de 70 lenguas y 200 dialectos. El amárico, lengua oficial de Etiopía, el tigrinya, en las regiones del norte, y el orominya son las principales lenguas habladas en Etiopía. Muchos etíopes hablan además inglés.
-Moneda: 1 euro - 24.12 birr
-Agencia de contacto: [email protected] (flexible y organiza cualquier tipo de viaje por todo Etiopia).

- 17 de abril: Bilbao - Roma.
Cogemos el autobús en Bilbao y nos vamos a Madrid. De aquí cogemos el avión hasta Roma. Después de unas cuantas horas cogemos otro avión y nos dirigimos hacia Addis Abeba. La noche la pasamos en el avión. La opción mas barata para viajar a Etiopía es haciendo escala en El Cairo, pero debido a la situación inestable de Egipto optamos por la segunda opción más barata que es vía Roma. Hay que señalar que los vuelos internos en Etiopia son más baratos si se entra al país con la aerolínea etiope (Ethiopian Airlines).

- 18 de abril: Roma - Addis Abeba (Etiopía).
Llegamos a Addis Abeba. En el aeropuerto nos espera nuestro organizador del viaje “Bekure Yimam” todo un fenómeno y gran conocedor de este país. Nos dedicamos a hacer turismo por esta ciudad: la catedral Trinity, Saint George y Entoto Mariam, al museo arqueológico…

- 19 de abril: Addis Abeba - Gondar.
Nos dirigimos al aeropuerto y cogemos el vuelo hacia Gondar, ciudad clave para ir a las montañas Simen. Nada más llegar al aeropuerto compro un mapa del parque nacional. Hacemos turismo visitando los castillos e iglesias de Gondar declarados Patrimonio de la Humanidad. De vez en cuando vemos algún tanque ruso abandonado desde la guerra civil que hubo en Etiopia.
La extrema pobreza se hace notar. Gente que no tiene ni que comer ni donde dormir. La situación es bastante triste, pero nada que ver con lo que veremos en las montañas, lo que nos espera ahí por ver supera con creces a la pobreza que estamos presenciando.
La noche la pasamos en un hotel.

- 20 de abril: Gondar - campamento Chennek 3.620 m. (montañas Simen).
Nos montamos en la furgoneta y nos dirigimos hacia las montañas Simen. La carretera es una autentica tortura. Está sin asfaltar, pero será por poco tiempo ya que están de obras para acondicionar la carretera. Alrededor de la pista hay muchos eucaliptos, es una buena manera de sacar madera rápida.
Durante horas pasamos por varias aldeas hasta llegar a Debark. Es la entrada al Parque Nacional de Simen, declarado Patrimonio de la Humanidad. Entramos al edificio del parque para llenar un formulario con nuestro datos.
Aquí nos juntamos con nuestro guía de montaña, el cocinero, el ayudante de cocinero y el scout armado con una Kaláshnikov (AK-47).
De todos ellos el único que es obligatorio contratar es el scout, sin él el paso al Parque Nacional está completamente prohibido.
Coincidimos con el mercado, hay gente por todas partes. Gente transportando bidones de agua, madera, gallinas, cabras, vacas…
Seguimos conduciendo. Hay cantidad de niños, algunos son pastores y otros van a la escuela. Estos tienen que recorrer grandes distancias a pata para llegar a sus centros escolares. Muchos van descalzos con sus ropas destrozadas.
Empezamos a ver los grandes precipicios que caracterizan a esta orografía tal peculiar. Hacemos una parada para ver la famosa cascada Jimbar de unos 500 m.
El paisaje es espectacular. Hacia un lado tenemos los grandes cortes que parecen no tener fin y hacia el otro lado vemos pequeñas aldeas situadas en las laderas en lo alto de estas montañas. De vez en cuando vemos manadas de babuinos gelada.
Al de un rato llegamos al campamento Chennek situado en un punto estratégico y maravilloso a 3.620 m. Estamos a pocos metros del borde de los grandes precipicios. La altura se nota. (Para llegar a este campamento hay posibilidad de realizar un trekking de tres días desde Debark. Sería lo ideal para la aclimatación y para poder disfrutar más de estos paisajes, pero a parte de estar en las montañas también queremos hacer turismo por el país y eso nos limita el tiempo de estancia en las montañas).
Aquí nos juntamos con nuestros tres muleros y sus tres mulas. Ya estamos el equipo completo. Siete personas para dos clientes, todo un lujo, ya sabéis, hay que dar trabajo a la gente. Nosotros siempre caminaremos con nuestro guía y el scout.
El campamento dispone de cocina, baño y un riachuelo que viene fenomenal para asearse.
Mientras comemos, vemos como pasan alrededor nuestro animales endémicos de estos parajes, tales como, la cabra Walie, manadas de babuinos gelada y tenemos la gran suerte de ver al zorro etiope. Hay que señalar que nuestra presencia no les asustan.
Empieza a llover con muchas ganas. Es raro que llueva porque estamos en la época seca, pero la montaña es así.
Pasamos la noche en la tienda de campaña rodeado de lobelias, parece que estamos en pleno Parque Jurásico.

- 21 de abril: campamento Chennek 3.620 m. - campamento Ambiko 3.150 m.
Hoy es mi cumpleaños. Y que mejor manera de celebrarlo que haciendo un trekking con mi aita en las montañas Simen.
Desayunamos y empezamos a ascender paralelos a los cortes de las montaña hasta llegar al collado Bwait 4.200 m. Las vistas son formidables.
Empieza a llover. Descendemos por un camino bien marcado hasta llegar a una aldea. Los niños se nos acercan con una sonrisa de oreja a oreja, mas que para darnos la bienvenida, es para observarnos, ya que son pocos los turistas que andan por estas zonas tan remotas. Todos andan descalzos por el barrizal que genera la continua lluvia, la ropa que llevan para abrigarse del frío está completamente destrozada y desgastada, y la desnutrición se hace notar en sus débiles cuerpos. Algunos nos vienen con heridas infectadas y otros tantos pidiéndonos comida. Esta es la realidad de la situación de Etiopia.
Entramos a una casa para comer y beber algo, y aprovechamos para protegernos de la lluvia. Aquí coincidimos con otro grupo grande de montañeros, que se dirigen al mismo camping que nosotros con la intención de ascender el Ras Dejen al día siguiente.
Seguimos descendiendo hasta llegar a un río. Lo cruzamos y empezamos a ascender hasta llegar al campamento Ambiko 3.150 m.
Este campamento está situado en una aldea. Dispone de cocina, baño y un riachuelo.
A causa de la lluvia, mi esterilla está mojada y el saco de dormir de mi aita también. Pongo el gora-tex encima de la esterilla y nos dejan un saco de dormir por 5 euros.
No tengo hambre, la cena no me entra. Las 10 horas de caminata bajo la lluvia, el barrizal, la altura y los continuos cambios de temperatura me pasan factura.
Intento beber algo de agua, pero apenas me entra algo. Creo que tengo fiebre. Lo único que me apetece es acostarme y eso es lo que hago. Mañana me tengo que levantar a las 3:00 para subir al Ras Dejen. Mi aita no me acompañará a la cima, bastante ha hecho con venir hasta aquí, y para sufrir ya estoy yo.

- 22 de abril: campamento Ambiko 3.150 m. - Ras Dejen 4.553 m. - campamento Ambiko 3.150 m.
A las 3:00 suena el despertador, apenas he dormido algo. Nada mas salir del saco lo único que me apetece es meterme otra vez. No tengo fuerzas ni para preparar la mochila. El desayuno no me entra.
A las 4:00 empezamos a andar el guía, el scout y yo. Al de media hora de empezar a andar lo único que me apetece es dar media vuelta, es la maldita fiebre la que me está dejando sin fuerzas.
Lo que iba a ser una sencilla ascensión, se convertirá en un autentico suplicio para mi. No estoy dispuesto a dar media vuelta, quiero hacer cima, aunque me lleve todo el día.
Aunque esté hecho polvo, intentaré disfrutar del paisaje y de la gente local que vive en estos parajes.
La ascensión no tiene ninguna dificultad técnica. Solamente hay una sencilla trepada antes de llegar a la cima.
Ascendemos por caminos bien marcados, y de vez en cuando aprovechamos las pistas para 4x4. Pasamos por varias aldeas. Todos los críos se me acercan, cada vez que les saco una foto, miran con entusiasmo a la foto que les he sacado. Pocos son los que llevan el típico gorro de lana. Sus simples casas están hechas con piedras, barro, paja y maderas de eucalipto.
Me tumbo en el suelo para descansar. Al de 5 minutos abro los ojos y veo que delante de mí hay 15 niños mirándome fijamente en absoluto silencio, como si fuera de otro planeta.
El día está completamente nublado, pero no llueve. La niebla le da un toque misterioso a la ascensión.
Al llegar a los 4.350 m . me cruzo con una parte del grupo de ayer, me dicen que a causa de la nieve, se han quedado a 20 metros de la cima, ya que la zona de trepada está muy mal y han tenido que darse la vuelta.
Con lo mal que estoy, lo primero que se me viene a la cabeza es darme la vuelta, pero me niego y sigo ascendiendo.
Pisamos nieve. Llegamos a la base de la cima, ahora solamente queda trepar. Mientras descanso, baja el resto del grupo y me dicen que han hecho cima, que con un poco de cuidado, la zona de la trepada no tiene mucha dificultad.
Me levanto de inmediato y empezamos a trepar, al de poco llegamos a la cima (cosas mas difíciles y en peores condiciones he hecho en mi vida, menos mal que no me di la vuelta).
¡Por fin! Ya estamos en la cima del Ras Dejen 4.553 m . El viento sopla con fuerza y empieza a granizar, pero me da igual.
Al cabo de 20 minutos, empezamos a descender. Hace mucho frío, al haber nieve en la roca, al scout le patinan las sandalias de plástico que lleva puestas, por eso, se las quita y empieza a descender descalzo. Vamos, que si no lo veo no me lo creo.
Las paradas que hago para descansar son infinitas, no tengo fuerzas.
En una de las paradas, se me acercan dos niños vendiendo refrescos. Me bebo dos botellines de Coca-cola para levantar el ánimo.
Al de muchas horas, llegamos al campamento, donde los muleros y el cocinero me reciben con cánticos y un ramo de flores por haber hecho cima.
Lo primero que le digo a mi aita es: ¡en ninguna montaña lo he pasado tan mal físicamente!
Ayer no cene, hoy ni he desayunado ni he comido nada, tampoco me apetece cenar, no tengo hambre. Me pongo el termómetro y marca 38,5º ahora entiendo porqué estaba sin fuerzas. Me tomo un paracetamol y me meto en el saco con una botella de agua.
Al de poco me quedo dormido.

- 23 de abril: campamento Ambiko 3.150 m. – campamento Chennek 3.620 m.
Me despierto con algo de hambre, menos mal. Miro el reloj y veo que he dormido 12 horas seguidas. No me extraña. Me pongo el termómetro y marca 36.5 º, esto ya es otra cosa.
Desayunamos. Hoy estoy muy débil, la paliza de ayer me ha pasado factura.
Decidimos contratar 2 mulas para que nos lleven encima hasta el collado Bwait 4.200 m. Todo el trayecto por 5 euros cada uno, todo un lujo.
Llegamos al collado (con el culo un poco dolido, je, je), y de aquí al campamento Chennek solamente es bajar. Durante el descenso vemos manadas de babuinos gelada y cabras Walie con los grandes precipicios de fondo. Una auténtica maravilla.
Pasamos la noche en el campamento. Utilizo el riachuelo para afeitarme y bañarme.

- 24 de abril: campamento Chennek - Gondar
Nos levantamos, desayunamos y preparamos las mochilas.
Sacamos la foto de rigor con todo el grupo y les damos sus respectivas propinas bien merecidas.
Andamos durante dos horas por la pista hasta llegar a un alto donde nos espera la furgoneta para ir a Gondar. Este es el fin de nuestra estancia en las montañas Simen.
Muy recomendable.

- 25 - 30 de abril: turismo en Addis Abeba, Axum, Lalibela y el crater lago Wenchi.

- 1 de mayo: Addis Abeba - Bilbao.