Barranco de Portiacha  

DATOS

- El Barranco de Portiacha, es un barranco seco que cuenta con dos espectaculares rapeles volados de 30 y 35 m respectivamente, cuyo descenso es vertiginoso, pues en unos 240 metros de recorrido, se desciende 120 metros.

- El barranco se encuentra en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, siendo un afluente del río Vero, el cual hay que tener en cuenta, pues en el retorno, hay que cruzarlo en varias ocasiones, que se puede complicar si este lleva un caudal elevado.

- La Sierra de Guara, vista desde fuera engaña con su relieve de apariencia suave y uniforme. Pero en su interior hay mil y un rincones agrestes, escarpados y estrechos barrancos o cañones con altas paredes de roca. Situados en la orilla de los ríos que atraviesan la sierra de norte a sur, contemplamos estos pasillos laberínticos, cincelados en la roca caliza por efecto de la erosión del agua.

- Fue hace unos cuarenta años cuando los franceses descubrirían las verdaderas tripas de estas gargantas y desfiladeros. Desde aquellos años de exploración con cuerdas de cáñamo y los primeros trajes de neopreno, la mención a Guara va casi siempre asociada al barranquismo. Allí dentro hay saltos, cascadas, badinas, estrechos, caos de rocas, pasajes subacuáticos, etc. Un paraíso por la cantidad y por su calidad técnica y paisajística.

- Cada tramo tiene un nombre; Peonera es un sector del río Alcanadre, y Gorgas Negras es otro tramo más alto del mismo río. Nombres como Gorgonchón, Las Palomeras, Barrasil, Vero, Fornocal, Fornazos, Mascún, Oscuros de Balcés, La Choca, etc., evocan cauces que se aceleran en rápidos y se remansan en oscuras pozas.

- Todo está preparado para el visitante, novato o experto. Saltos, remojones, brazadas, buceo, se suceden en barrancos como los Oscuros de Otín, la fuente de Tamara o el Cañón del Vero entre la fuente de Lecina hasta los pies de la colegiata de Alquezar. En la parte final de los barrancos laterales de Chimiachas, Basender y Portiacha, hallaremos circos en retroceso o cocinetas geológicas, recodos casi claustrofóbicos donde justo entra la luz.


FICHA TECNICA

PUNTO DE PARTIDA: Parking km 18 carretera A-2205 (Lecina)

DISTANCIA RECORRIDA: 2,60 km

TIEMPO TOTAL INVERTIDO: 2:17 h

DESNIVEL ACUMULADO: 140 m

PORCENTAJE MAXIMO SUBIDA: 26,35%

COMPONENTES: Pablo, Cristian y Fernando

CARTOGRAFIA: www.ign.es


HORARIOS

12:51 h Parking Km 18 carretera A-2205
12:55 h Rapel 1
13:23 h Rapel 2
13:41 h Rapel 3
14:40 h Molino de Lecina
14:47 h Puente del Vero estación de aforos
15:08 h Parking km 18 carretera A-2205


DESNIVELES

752 m Parking km 18 carretera A-2205
639 m Puente del Vero estación de aforos


ACCESO

- Tras pasar Colungo, nos dirigimos dirección Asque, para llegar al puerto de San Caprasio y tras rebasarlo, alcanzamos el punto Km. 18, donde en una explanada a la izquierda, se encuentra un parking y un panel del Gobierno de Aragón, que señala Barranco de Portiacha.

- En nuestro caso, tras salir del parking del Barranco de Basender, retrocedemos 1,5 km para llegar al parking del Barranco de Portiacha.


ITINERARIO

- Tras haber realizado el descenso del Barranco de Basender, nos disponemos ahora a descender el espectacular Barranco de Portiacha. Para ello, junto al punto donde hemos aparcado, se encuentra una mesa informativa y un poste indicativo que señala el inicio de una senda hacia el Tozal de Mallata.

- Tomamos dicha senda y tras unos 100 metros, al llegar a una cercana curva, giramos a la derecha, donde seguimos una nítida traza, que entre abundante matorral, compuesto de boj y enebro, nos deposita en breve, en el comienzo y en el primer rapel volado del barranco.

- Una vez nos hemos colocado los cascos y arneses, y después de haber preparado la cuerda, inicio yo el descenso del barranco, bajando 1 metro aproximadamente a una repisa, desde la cual inicio el espectacular rapel volado de 30 metros, en el que me dejo caer mientras voy observando la preciosa boveda del circo de colores anaranjados y grisáceos que voy rapelando, hasta alcanzar el seco cauce del barranco.

- Ahora, le toca el turno a mi compañero Pablo, al cual voy realizando diferentes fotografías, mientras pierde vuelo, para finalmente, como gran experto, realizar el rapel nuestro compañero Cristian, al que también le saco varias instantáneas.

- Después de recuperar la cuerda, seguimos unos escasos metros entre diverso matorral, que en breve nos depositan sobre un rapel de 8 metros, el cual rapelo el primero, para luego hacerlo Pablo y el experto Cristian, a los cuales vuelvo a fotografiar.

- Por las profundidades del barranco, continuamos por un tramo abierto, que más adelante se estrecha, encontrándonos con pequeños resaltes que destrepamos sin dificultad, para llegar así, a la estrella del barranco, el rapel volado de 35 metros de vuelo, que pone la guinda final al recorrido.

- Ahora, es Pablo quien inicia el rapel de esta espectacular grieta, al que le realizo un par de fotografías de su salida, hasta perderse en su vuelo hacia el profundo barranco. Una vez abajo Pablo, inicio yo ahora el volado rapel, en el que me dejo llevar hasta llegar a unos 3 metros del suelo, donde una pequeña repisa sirve para apoyar los pies y rapelar ya, esos mencionados metros. Finalmente, al igual que los anteriores rapeles, es Cristian quien cierra este último rapel, al que vuelvo a realizar unas cuantas fotografías mientras desciende.

- Desde aquí abajo, obtenemos ahora una espectacular, impresionante, sublime y demás adjetivos, de esta bóveda que forma esta profunda grieta, de colores anaranjados, grisáceos y negruzcos, que me atrevería a decir, que pocos barrancos le disputaran su increíble belleza.

- Una vez hemos recogido la cuerda, cascos, arneses y demás material, reanudamos la marcha descendiendo con vistas al frente, del Barranco de Basender, el cual habíamos descendido a primeras horas. Por estrecha, inclinada y nítida senda, perdemos altura entre abundante vegetación, hasta desembocar poco después, en el río Vero.

- Siguiendo ahora el mismo itinerario que habíamos efectuado por el río Vero, tras el descenso del Basender, seguimos la marcada senda, flanqueada por altivos y anaranjados farallones, cruzando obligatoriamente varias veces el río, lo que nos obliga a subirnos los pantalones y despojarnos del calzado, a pesar de que no lleva demasiado caudal, llegando de esta manera, al molino de Lecina, el cual dejamos a la derecha.

- Tras rebasar el molino, enseguida alcanzamos el muro de una pequeña presa, por el cual rebasamos la misma, para llegar en breve, a las inmediaciones del puente de la estación de aforos, el cual alcanzamos tras volver a descalzarnos y rebasar el corto tramo de cauce que nos separa del mismo, donde por mediación de unas grapas nos aupamos al mencionado puente.

- Aquí, giramos totalmente a la izquierda, para ir avanzando por la parte superior del acantilado, desde el cual vamos obteniendo unas soberbias vistas del cañón del Vero, el cual hemos recorrido, así, como del molino de Lecina. Enseguida, llegamos a un poste indicativo, donde dejamos a la izquierda la senda que se dirige al parking desde el cual habíamos iniciado la aproximación al Barranco de Basender. Nosotros seguimos recto, dirección Alquezar, como señala el mencionado poste, para ir ganando altura moderadamente entre bojes y algún disperso pino, hasta desembocar en el parking desde el cual habíamos iniciado este espectacular barranco de Portiacha.

- Finalmente, tras cambiarnos de ropa y recoger los bártulos, iniciamos el regreso a casa, pero antes, hacemos parada en la localidad de Colungo, donde tomamos unas merecidas y frescas jarras de cerveza.


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