1685 montañeros on-line

(11,288 montañeros registrados)
"La primera web con los 215 tresmiles descritos por sus usuarios"



¿Olvidaste la contraseña?


¿Todavía no eres usuario?
Darme de alta

Senderismo De Rodellar al Saltador de las Lañas por klaus -- 21/10/2016
Jornada: (Una) --
(742 visitas)
  • Zonas: Prepirineo de Jaca — Serrablo — Guara — Riglos,
  • Duración sin descansos: 07:00
  • Meteorología: Sol
  • Dificultad: Facil
  • Días: 1
  • Num. Personas: 1
  • Tipo: Senderismo
  • Desnivel de subida: 800 metros
  • Desnivel de bajada: 800 metros
  • Distancia: 19500 metros
  • Agua:
  • Observaciones:
  • Gps: Sin fichero GPS


De Rodellar al Saltador de las Lañas  
Croquis Sui Generis
Croquis Sui Generis
Rodellar es un paraíso para los amantes de la escalada y el barranquismo, que acuden en hordas en temporada veraniega y dejan a los senderistas en clara minoría. Si buscamos tranquilidad en nuestras salidas al monte, los meses de invierno son idóneos para caminar por los senderos del valle, dada la regulación cada vez más estricta en el ejercicio de la escalada, y el poco caudal(de aguas frías) que suele bajar por el río Mascún, la joya natural y motivo principal de la afluencia turística al pueblo.
Tomando como punto de partida el centro de Rodellar, existe un número grande de rutas a disposición del caminante para admirar las bellezas del entorno, pero sin duda, la más famosa y espectacular es la que se adentra en el interior del barranco de Mascún, con varias posibilidades en cuanto a su duración y esfuerzo. Desde el corto paseo a la Surgencia e inmediaciones, o la vuelta circular entre el dolmen de Losa Mora y Otín, y la aquí propuesta que recorre toda la margen derecha del río Mascún entre Rodellar y la cascada del Saltador de las Lañas. Corresponde a la mitad de un largo recorrido que atraviesa las partes altas del barranco por sus dos orillas, mediante fajas airosas, uniéndose en la cascada, con un trazado limpio y señalizado en su mayor parte. El incontable número de encantos y bellezas que depara la excursión dejará la cámara de fotos con la tarjeta vacía y con ganas de volver en una futura ocasión; como hará quien sus escribe, que dejaré para la primavera, cuando el río baje con un caudal importante, la ejecución de la circular entera.

DATOS TÉCNICOS:
-inicio, Rodellar a 750 metros de altitud.
-duración, de 6:30h a 7h en total.
-desnivel, 800m de subidas y bajadas.

DESCRIPCIÓN:
desde el aparcamiento situado a la entrada de Rodellar, hay que marchar al interior del pueblo en busca de las indicaciones hacia la Surgencia del Mascún. Hay mucho panel de información sobre las actividades de barranquismo que se pueden realizar en el entorno. Dejamos la iglesia de San Juan Bautista a la izquierda para bajar a una calle cementada entre chaletes, y en un anuncio de lo que será habitual durante la excursión, volvemos a subir hasta el comienzo del sendero circular entre el dolmen de Losa Mora y Otín.

_DSC0001


_DSC0005


_DSC0003


Un camino empedrado y entre tapiales sale del pueblo en dirección al barranco de Mascún. Era muy temprano por la mañana y no se veía un alma por la zona, un silencio y una calma muy diferentes a la animación de la tarde, con numerosos escaladores , la mayoría de procedencia extranjera, que se ejercitaban en las paredes verticales y extraplomadas del cañón.

_DSC0006


_DSC0007


_DSC0010


Un crucero o peirón marca el inicio de la bajada al lecho del barranco, mediante una serie de lazadas que dejan a la derecha un desvío señalizado a la ermita de la virgen del Castillo. Como hacemos el recorrido de ida y vuelta por el mismo camino, este tramo será de esforzada subida al finalizar la jornada, así que disfrutemos ahora con más relajo de las primeras formaciones de roca que adornan el barranco.

_DSC0011


_DSC0014


_DSC0016


Al llegar al lecho del río, lo seguimos cauce arriba en el primero de los muchos vadeos que se suceden durante la excursión. Por lo general estos cambios de orilla no oponen dificultades, aunque en época de lluvias tal vez requieran descalzarse y lucir pantorrilla. En este día de Otoño el caudal del Mascún es mínimo y muchos tramos del río están secos como la mojama. Una pena, pero cómodo para andar.

_DSC0017


_DSC0021


_DSC0024


Llegamos a uno de los puntos de interés del río, la Surgencia de Mascún, un bujero del que siempre mana una corriente de agua de origen desconocido. En su viaje misterioso por el interior de laberintos y simas recoge las gotas de lluvia que se filtran por las gritas del terreno, una vasta extensión de roca caliza que ocupa la mayor parte de la sierra de Guara. A veces se observan hojas de haya saliendo por la surgencia, fenómeno que algunos atribuyen a una posible comunicación o travesía subterránea con la aledaña sierra de Balced.
Justo encima de la Surgencia, como uno de los símbolos y figuras mas representativas del Mascún, un delfín vigila desde las alturas y parece corroborar el proverbio común de los geólogos: antes todo lo que veis estaba bajo las aguas del mar.

_DSC7851


_DSC0028


_DSC0026


Unos metros por delante de la Surgencia se alcanza un cruce hiperseñalizado. Por la margen derecha del río sale el camino de subida al dolmen de Losa Mora por Andrebot, pero nuestro rumbo prosigue por el lecho pedregoso del río Mascún. En el siguiente tramo se realizan muchos vadeos del cauce, con una escasez de agua que facilita el avance entre romero, bojes y sargueras.

_DSC0027


_DSC0376


_DSC0375


Resulta curioso fijarse en las fotos tomadas por Lucien Briet en uno de sus viajes de principios del siglo XX por el pirineo oscense, en los que también dedicó tiempo a descubrir parajes y bellezas de la sierra de Guara, como el barranco del Mascún. En varias de sus diapositivas en blanco y negro se ve el fondo descarnado del río sin apenas una mata de hierba, cuando ahora florece un vergel que ocupa toda la anchura del barranco, incluyendo árboles de gran porte. La vegetación ya no se ve arrastrada por las frecuentes avenidas que acontecían siglos atrás, lo que confirma el proverbio de los abuelos sentados en la plaza del pueblo, de que antes llovía, nevaba, y hacía más frío que ahora. Desde luego, en este Octubre del 2016 se cumplen los vaticinios del cambio climático, y no corre gota de agua por el cauce del río. A cambio, siempre se pude contar con la belleza de las esculturas pétreas del cañón, como el torreón de la Ciudadela o la aguja de Cuca Bellostas.

Atender al siguiente cruce de la ruta, bien indicado por un poste que señala hacia Otín y nos saca del fondo del barranco para tomar altura gracias al conocido como camino de La Costera.

_DSC0373


_DSC0033


_DSC0035


Una ladera de solana, cubierta de bojes y carrascas, con rampas de suelo pedregoso y lazadas por un camino que gana altura de manera constante y sin mediar descanso. Por La Costera saldremos del barranco hacia Otín, no sin antes pasar junto a las esculturas que ha tallado y talla el maestro orfebre Mascún en la pinacoteca natural del Cañón.

_DSC0367


_DSC0365


_DSC0041 _DSC0042


_DSC0045


Cuando termina el ascenso de por la Costera, la senda pasa por dos portillos o colladetes separados por un corto tramo en cornisa. El primero tiene al lado una placa lisa a modo de otero para disfrutar de las vistas hacia el Mascún, pero si queremos ampliar el paisaje hacia toda la longitud del barranco, al llegar al segundo portillo, habrá que salir por la derecha entre bojes y terreno de lapiaz, hasta alcanzar el borde del precipicio que se abisma al Cañón. La mejor vista del Mascún que servidor conoce. Anonadante.

_DSC0052


_DSC0348


_DSC0351_stitch 3


_DSC0351_stitch 1


En invierno hay que aprovechar las horas de la tarde para ver las esculturas del barranco iluminadas por el Sol. Tras la inexcusable asomada al balcón natural, sigue un tramo suave flanqueado por tapiales. Entramos en el caxijar de Otín, un reducido bosque de esta especie tan abundante en Guara y que precede a la llegada al pueblo. A destacar una pareja de caxicos gigantes como robles que se alzan a la derecha del sendero.

_DSC0056


_DSC0059


_DSC0062


Sobre un altozano se ubican las ruinas del barrio alto de Otín, y un poste indicador anima a subir por la izquierda en un cruce de caminos. Nuestra intención y rumbo pasa por el barrio bajo, sin necesidad de subir a la iglesia cuya visita podemos dejar para la vuelta. Así que se trata bordear la base del cerro por la senda que parte a la derecha. Está sin señalizar pero su trazada es evidente.

_DSC0335


_DSC0066


_DSC0068


El barrio bajo de Otín tal vez sea el pueblo deshabitado de Huesca con más visitas a lo largo del año. El frecuente tránsito de barranquistas de camino hacia la entrada del barranco, más el paso de algún senderista, provocaron la apertura, hará unos años, de un bar que sacaba sus buenos duros en temporada de verano. Ahora sólo queda el rótulo del establecimiento inscrito en una pared y la bebida hay que echarla en la mochila.
Un poste indica los distintos rumbos a elegir, siendo de provecho para nuestra excursión tomar la vereda hacia el mirador y faja de Mascún. Una trocha que enseguida pasa al lado de la ermita de la Virgen del Barranco, un edificio de construcción sencilla, abierto, y con un interior cochambroso de desperdicios.

_DSC0311


_DSC0070


_DSC0073


Viene ahora una cuesta breve donde el camino traza una diagonal a fin de acceder al borde superior de los acantilados que caen al barranco. El esfuerzo de la subida se mitiga gracias al paisaje extenso que abarca la mirada: las casas desperdigas de Otín mezcladas con los quejigos y los chopos lombardos, la desolada e inhóspita ladera de la sierra Lupera, el tajo vertical del Cabezo de Guara sobre las Gorgas Negras...

_DSC0077


_DSC0080


_DSC0086


El camino de balizas verdes accede a una pequeña explanada donde termina el ascenso, teniendo en frente varias asomadas al borde del precipicio con vista al curso medio del barranco. Pero nos espera el tramo mas espectacular de la ruta, las fajas que confluyen en el barranco de Raisén y regalan un sinfín de postales para conservar en la memoria y guardar en la cámara de fotos.

_DSC0087


_DSC0093


_DSC0102


La primera de las fajas tiene el nombre de sendero de las Peñas Altas, y en ningún instante de su recorrido ofrece pasos comprometidos o de mucho vértigo. El camino es estrecho y a la vez seguro para admirar con calma la galería de agujas, pináculos, y torres de piedra que esculpió el Mascún durante siglos. Existen varias proas o espolones que se asoman al vacío del Cañón, y permiten, en un avance cauteloso, obtener diferentes perspectivas del barranco.

_DSC0291


_DSC0292


_DSC0103


El camino pasa bajo el paredón de roca y dobla a la izquierda, al lado de otro saliente desde el que admirar una de las esculturas mejor ejecutadas por el maestro Mascún, dos torres macizas y esbeltas con un arco en medio que recuerdan la puerta de entrada a un castillo medieval, defendido por soldados alados de vista aguda que detectan al enemigo a decenas de kilómetros: los buitres leonados.

_DSC0107


_DSC0116


_DSC0112


Tras salvar un pequeño escarpe rocoso, el sendero vuelve a tomar aspecto de faja que sobrevuela agujas de piedra elevadas al cielo, rectas como pináculos de una catedral.

_DSC0118


_DSC0123


_DSC0125


La cornisa desciende ligeramente bajo la protección de una balma o voladizo en la pared, con un panorama generoso al Mascún y al tozal situado delante, el Puyal de Letosa, que mas tarde se contornea gracias a la segunda faja de la travesía, el sendero de las Zinglas, de trazado inverosímil visto desde nuestra posición. El tajo del barranco de Raisén fuerza a dar un rodeo amplio para atravesar su lecho, allí donde crece una alineación de árboles de hoja caduca, la chopera, con una paleta de colores muy llamativa en este día otoñal.

_DSC0244_stitch_01


_DSC0135


_DSC0250


_DSC0240


La bajada al cauce superior del Raisén es un tanto pronunciada, y pilla por sorpresa después del agradable paseo por el sendero de Peñas Altas. Hay una fuente natural en un recodo del lecho, con agua incluso en pleno estiaje, y un poste indicador marca el recorrido por la faja atravesada. Muy cerca queda la pista que avanza en paralelo al barranco, de Otín a Letosa, y puede servir de vía de escape o de salida de las fajas, para volver de manera más rápida si andamos con poco tiempo o escasos de fuerza. Un sendero conecta con el carril en apenas dos minutos, junto al apacible lugar de la Chopera de Raisén.

_DSC0144


_DSC0145


_DSC0235


_DSC0236


Tras el cruce del Raisén viene el comienzo del sendero de las Zinglas, el tramo que exige más cuidado y atención de todo el recorrido. Las estrecheces aumentan y la caída hacia el barranco queda mas cerca de lo deseado. Con la proliferación de barandillas y alambradas de metal que en los últimos años se han instalado en los caminos de Guara, la mayoría inútiles, hubiera sido de agradecer una pequeña partida de sirgas para asegurar mejor este tramo. Aún así, yendo despacio y con cautela, el camino resulta más espectacular que peligroso. Una mirada atrás nos asoma al vacío del salto de Raisén, introducción emocionante al barranco, en un rapel volado sobre el que a veces cae una fina cascada en época primaveral.

_DSC0146


_DSC0151


_DSC0156


_DSC0161


El término de faja, lo que vendría a ser un sedo en la cordillera cantábrica, se ajusta bien a lo estrecho y airoso del camino. Asombra echar la mirada atrás y ver la fina cornisa por donde hace un rato pasábamos, justo a mitad de una pared vertical de caída poco amable. Las agujas talladas con parsimonia por el maestro Mascún realzan la verticalidad del Cañón, afiladas como si fueran espantabrujas de chimenea a fin de proteger del diablo y sus malas artes.

_DSC0172


_DSC0167


_DSC0171


_DSC0174


A medida que el sendero avanza y pierde altura, el barranco se va cerrando y sus paredes antes muy distanciadas por el vacío del Mascún se juntan ahora en un lugar emblemático de la sierra de Guara, el Saltador de las Lañas. Hoy, la falta de lluvias del verano, deja sin cascada ni corriente de agua a tan sugerente rincón, punto final del presente recorrido.

_DSC0179


_DSC0184


_DSC0191


En la otra orilla del barranco se intuye el arranque de un senda, la continuación de las Zinglas que supone el tramo inicial del recorrido por la margen izquierda del Mascún, la segunda parte de la vuelta circular con regreso a Rodellar.

_DSC0188


_DSC0193


_DSC0202


Este día se tomó la decisión de volver a Otín por el mismo camino de las fajas, con la idea de posponer la larga circular para ver al Macún rebosante de agua en un jornada primaveral.

_DSC0217


_DSC0223


Ya de regreso en Otín, pueblo de colonización caprina, hubo tiempo para visitar el barrio alto, por un sendero de agradable umbría bajo el follaje del caxijar y los tapiales amusgados de piedra. Apuntar para futuribles los otros caminos que parten del pueblo hacia Nasarre o el dolmen de Losa Mora.

_DSC0313


_DSC0314


_DSC0318


_DSC0328


_DSC0329


Hasta luego, Lucas.

















Más información de De Rodellar al Saltador de las Lañas  
Preguntar en el Foro   Enviar a un amigo