Hola Luiso.

Veo que también te molestó de alguna manera la calima del domingo pasado. Yo estaba por la Sierra del Quintanar, y puedo decir que allí la sensación era prácticamente de estar respirándola. La verdad es que no recuerdo nada tan exagerado. Ahora subo alguna foto para ilustrarlo...

Saludos.

A mí no me llegó realmente a pillar, aunque me jodió las vistas. Era curiosísimo pero los alrededores del Puerto de Guadarrama se mantuvieron como una isla de claridad en medio de la porquería esa (fea, pero fea: nada que ver con la típica niebla o nubes baja toda brillante e inmaculada). Supongo que el ser el paso más bajo de la barrera montañosa tendrá algo que ver.
Lo que sí resultó curioso es verla llegar: salvando las distancias así debe ser ver venir una tormenta de arena.
Saludos.

Hola casiano y luiso

A mi también me ha llamado mucho la atención este fenómeno meteorológico, que aunque muy atenuado también ha llegado a las costas del Cantábrico.

En principio, la calima es muy poco frecuente en invierno, pero debido a unos condicionantes atmosféricos con la entrada en capas elevadas de la atmósfera de viento del sur con polvo en suspensión que procede del Sáhara nos ha dado el panorama tan peculiar que bien reflejan las fotos.

La nube sobre la península y parte del Mediterráneo occidental ha sido vista desde la Estación Espacial.
Dependiendo de la concentración de partículas por metro cúbico de aire será más o menos desnsa. Como curiosidad, según los mapas publicados, sobre el centro peninsular rondaban las 400, en el Cantábrico estábamos en unas 200, pero en la frontera de Libia con Egipto estaban con 1800 y al sur de Argelia se iban a las 3400!!!

Se ha comentado estos días la "nieve amarilla" del Pirineo.
Si se acompaña de aire húmedo la lluvia de barro (¡en febrero!) hubiese sido sonada.

casiano, se respira como dices, si es más intensa produce molestias, picor de ojos, garganta, nariz u otros problemas respiratorios a las personas con patología de base.

Cuesta imaginarnos, luiso, con esa proporción, la sensación de estar en el desierto, practicamente con visibilidad cero.

Un saludo.

Por el Pirineo nos llegó también y con lluvia y barro!

Se agradece toda la información, Alfredo, tenía pensado buscarla por ahí pero no he sacado tiempo, así que me has ahorradon el trabajo ;)... La verdad es que me picaba la curiosidad.

Siempre he visto la calima como algo lejano, que se ve allá por el horizonte; nunca había tenido la sensación de estar en medio de la misma.

Lo que más me fastidió es que llevaba el telescopio en la mochila, con la idea de haber apuntado a la Montaña Palentina (entre otras cosas que se otean más cercanas desde Guadarrama), en lo que supuse iba a ser un día claro y despejado...; entre eso y el vientazo, pasee el peso del cacharro por el Quintanar, junto a los crampones y el piolet que tampoco hicieron falta...

Saludos.

Hola Casiano

El lunes estuve en Pamplona, y ya de vuelta paré a comer lo que llevaba en la Laguna de Pitillas, aún en Navarra. La calima perjudicó considerablemente las fotos con un fondo triste y sin contrastes.
Dejo foto.

Saludos

Hola Batals

Pues sí que salían feas la mayoría de las fotos, sí, pero también es verdad que le acabé sacando partido con algún curioso contraluz.

Saludos.