416 montañeros on-line

(11,459 montañeros registrados)
"La primera web con los 215 tresmiles descritos por sus usuarios"



¿Olvidaste la contraseña?


¿Todavía no eres usuario?
Darme de alta

Relacionados


Groenlandia, al borde del hielo
¿ Esto es algodón o que es esto ?.
Una especie de tractores recogieron los equipajes del focker y los llevaron al aeropuerto, si es que a aquella casa se le podia llamar aeropuerto.
El aeropuerto era pequeño, pero muy moderno y más que sufiente para las necesidades del lugar. Nos estaba esperando un guía.
Absolutamente maravillado por todo lo que me rodeaba: glaciares impresionantes que desembocaban en el mar, altas montañas, icebergs a la deriva, vegetación ártica, y poca, muy poca actividad humana. Que más se puede pedir ?

Una persona se idenficó en el aeropuerto como guía de Kulusuk y nos indicó que debiamos ir andando hasta el poblado, que distaba unos 20 minutos del aeropuerto. Lógicamente, no nos dijo por donde debiamos ir al poblado, pues sólo había un único camino, utilizado por los escasos 4x4 en verano, y por las motos de nieve y perros con trineos el resto del año.

Lo primero que me llamó la atención en este paseo fue la sensillez o precariedad aparente de la civilización esquimal: los cables de electricidad, los conductos y tuberias estaban a la vista, paralelos al camino de tierra.
Las gasolineras son autoservicio...
A los pocos minutos, en un lateral del camino, un surtidor de gasolina con una farola, y absolutamente nada más. Simplemente... simple. Es curioso, porque pensé que realmente para hechar gasolina a un coche/moto tan solo se necesita un surtidor y una farola para ver, que era justo lo que había allí.
Eso me hizo pensar que el pueblo esquimal debía funcionar como una auténtica comunidad.

El camino al pueblo era como un paseo por una pista sin apenas vegetación. El día estaba nublado, y la nieve estaba a pocos metros por encima nuestro, aunque eso si, tan solo quedaban placas en las laderas. Los glaciares quedaban al otra lado de Kulusuk, a menos de un kilometro en linea recta, y eran visibles desde aquí.

Otra cosa que me llamó mucho la atención fue la gran cantidad de basura que había en los laterales de la pista. Eran sobretodo latas de cerveza, lo cual me hizo pensar un par de cosas: una, que bebían mucho, y dos, que el lugar era tan salvaje que ni había sistema de recogida de basuras ni preocupación por ello.
A mucha gente le hubiese parecido un mal signo, pero en mí realizó un efecto contrario: a mí me parecía fantástico que hubiese tanta porquería, no por el hecho de que todo estaba sucio, sino por el hecho de ver lo salvaje que era aquel lugar donde me encontraba y que tantas veces habia deseado pisar. Estaba, por fín, en la almorrana del culo del mundo, en el buen sentido, claro.
Enviar a un amigo...

Enviar a un amigo...

  
galería de fotos de Groenlandia