Pues a mí también me lo ha recordado, je, je... Tampoco es de extrañar, pues ambas montañas pertenecen a la misma cordillera y abunda la pizarra. También hay ciertas similitudes en la vegetación, aunque en Las Hurdes se refleja cierto carácter atlántico (por ejemplo, la abundancia de castaños).
Aunque, mientras caminaba por ahí, me acordé de otros: los Montes de León; concretamente, las vertientes norte del Eixe y la Sierra Cabrera; pero es que, ahí también, topamos con la pizarra. En todos los casos, laderas de mucho desnivel, empinadas sin llegar a ser paredes y limitadas por crestas de roca.
El paisaje, por cierto, me gustó mucho. No me esperaba una montaña tan dura. Y me ha servido para comprobar que, con niebla, uno realmente no se entera de nada, por mucha experiencia que tenga y mucha imaginación deductiva que le ponga a la cosa. Y pienso explotar la zona, desde luego.
Otra conclusión es que la altitud es un dato importante, pero no lo es todo. La Peña de Francia y el Hastiala son más altos y llevan la fama por esa zona occidental del Sistema Central; pero esto es más espectacular y más bonito. Y, ahora que he podido examinar en condiciones la zona, el terreno creo que da más juego.
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