Hola a todos
El reflexivo Casiano, ha abierto un hilo que da para bastante, gracias por dar un poco de vidilla al foro.
Compartiendo lo dicho por pisacampas, me gustaría aportar algo.
Si, ya sé que esto es filosofía más pragmática y no tan teórica, pero creo que también es válida. Muchas veces al pasar por collados, sobre todo en los fronterizos, pienso en las generaciones de personas que los han transitado, muchas veces he querido imaginar las penurias que tuvieron que sufrir para transitar por algunos pasos complicados, cargados con impedimentas y arreando animales. Antiguos asentamientos de pobladores en los valles que seguro subían para explorar nuevas zonas donde poder establecerse, posteriormente pastores, cazadores, militares, mineros, topógrafos. Mas reciente es el fenómeno, digamos deportivo, de subir a las montañas porque están ahí (como decía Mallory), pero todos en algún momento han y hemos pasado por sus pasos fronterizos, collados, más o menos altos, más o menos dificultosos.
Los collados son nexos de unión entre montañas (la montaña es un todo), pero muchas veces lo son también entre pueblos (sobre todo y más bien en tiempos de paz). Un ejemplo son los altos valles pirenaicos. Por poner algunos con importancia histórica, los habitantes del Roncal e Isaba, Ansó, Torla, Bielsa, Benasque, al sur tenían desfiladeros peligrosos y muchas veces infranqueables. Lo que ellos llamaban el llano les quedaba muy lejos. Su relación era con sus vecinos del norte a la mínima que se podían atravesar los puertos, aun con nieve en primavera. Las fronteras dibujadas sobre un mapa para ellos eran algo muy relativo. Las formas de vida del pueblo llano de ambos países, salvando las idiosincrasias propias, eran muy similares.
Por cierto, Fter, ya te vale. La próxima nos pones un signo de infinito, o un cero y un uno, je, je.
Saludos
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